Joshua Neally, un abogado de los Estados Unidos, conducía desde su oficina de Springfield cuando se empezó a encontrar mal. Tuvo un pinchazo en el estómago y en el pecho. En vez de detenerse y llamar una ambulancia, le puso el piloto automático al coche. Hizo 32 kilómetros y acabó en el aparcamiento de la sala de emergencias. Los médicos se sorprendieron de como había sobrevivido al infarto pulmonar mientras conducía.

El piloto automático del vehículo inteligente de este abogado, uno Tesla, cambia automáticamente de carril y reacciona al tráfico. Pero aparte de esta historia con final feliz, este modelo de vehículo ha tenido dos accidentes. Un hombre murió a Florida después de la función de asistencia al conductor no pudo detectar un camión, el mes de mayo pasado. Hace un mes otro conductor tuvo un accidente cuando su coche inteligente se estrelló contra unos carriles de madera del lado de la carretera en Montana. El organismo de control de la seguridad vial de los Estados Unidos está investigando la tecnología del Tesla.