Patrick Hardison, bombero de Mississippi (EE.UU.) de 42 años, llevaba desde el 2001 con la cara desfigurada por las quemaduras, después de que el techo de una casa en llamas le cayó encima durante un servicio.

Ahora, gracias a un trasplante de cara ya casi puede hablar de vida 'normal' y disfrutar de experiencias como ir a la piscina y salir con la familia, cosas que hacía prácticamente quince años que no podía hacer.

Según recoge Paris Match, Hardison fue sometido al trasplante de cara ahora hace un año, en agosto del 2015, y ahora, justo un año después, se muestra absolutamente feliz de los cambios que ha experimentado su vida gracias a la intervención.

Según los médicos que lo operaron, la intervención era altamente complicada y con pocas posibilidades de éxito. A pesar de las prevenciones, la operación se resolvió con éxito y ahora Hardison incluso ha recuperado la capacidad de parpadear y se ha atrevido a volver a conducir. Incluso duerme mejor.

El año pasado, más de 100 médicos, enfermeras y cuidadores participaron en la intervención, que se alargó durante 24 horas. El donante de la cara fue David Rodebaugh, excampeón de BMX, que murió en un accidente de tráfico a los 26 años.