La vida de la reina Letizia ha sido objeto de escrutinio público y especulación desde que se comprometió con Felipe. Aunque se ha esforzado por mantener una imagen seria y profesional, recientes revelaciones han arrojado luz sobre una faceta menos conocida de la reina. A pesar de los esfuerzos de la Casa Real por proyectar una imagen moderna y austeridad, se ha descubierto que Letizia ha estado llevando una doble vida, alejada de los reflectores de Zarzuela. Y no estamos hablando de sus presuntas infidelidades con Jaime del Burgo.
Aunque se han compartido momentos íntimos de la familia real, como las graduaciones de Leonor y Sofía, o se intenta mostrar sensación de transparencia y naturalidad cuando Felipe y Letizia se dejan ver yendo al cine, hay aspectos de la vida de Letizia que han permanecido ocultos.
Fondos públicos financian las cacerías de la reina Letizia en África
Entre estos aspectos se encuentra su afición por la caza, una pasión que comparte con Juan Carlos I y que ha sido motivo de controversia. A pesar de los intentos de mantener esta actividad en secreto, se ha revelado que Letizia ha participado en expediciones de caza en África, financiadas con fondos públicos. Esta revelación, que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la ética y el comportamiento de la reina, fue perpetrada por el periodista Fonsi Loaiza: "6,5 millones de euros de dinero público han ido destinados a subvencionar a los cotos privados de caza de Abelló, Botín o los March. A esto los medios de comunicación no lo llaman ‘paguitas’. Los reyes Felipe VI y Letizia son uno de los aficionados al "deporte" de matar animales”. Estas afirmaciones se encuentran en un artículo titulado “La afición de Letizia por la caza y su gasto de más de 70.000 euros en armas”.
Hablando de armas, Pilar Eyre, experta en Casa Real, ha ofrecido detalles sobre la afición de Letizia por las armas, señalando que incluso le regaló a Felipe una Purdey, un arma diseñada para cazar animales. "Tienen armas porque Letizia le regaló una Purdey, al poco tiempo de estar casados. Es un arma, los que entiendan lo saben, para matar animales y se la regaló al cabo de dos o tres años de casados. Regalarle a un Borbón un arma es garantía de fiesta, a Letizia le va la marcha. Es como una lata de gasolina a un pirómano”.
Asimismo, Eyre también afirmó que a Letizia le gusta usar estas armas contra los animales para privarles de la libertad y de la vida. "Hay una atracción tremenda de los Borbones con las armas. A don Felipe le enseñó a disparar su padre… hasta el punto de que Doña Pilar, la hermana de Juan Carlos, llegó un día a Zarzuela y vio a don Felipe disparando a unas latas, el padre le estaba enseñando, ella se echó las manos a la cabeza y le dijo: ‘Juanito, por dios, no otra vez no, acuérdate de nuestro hermano’ y a pesar de eso, continuaron y son grandes cazadores, toda la familia caza. Incluso doña Letizia también caza”.