Las comparaciones son odiosas. En plena crisis del coronavirus, con el estado de alarma declarado por parte del Gobierno y los hospitales al límite del colapso, Felipe y Letizia pasan los días haciéndose fotos sentados en su despacho de la Zarzuela atendiendo videoconferencias. Teletrabajo ineficaz de los reyes de España, que no han conseguido reconducir ni un poquito una situación tan delicada como la actual. Habrá monárquicos que piensen que la familia real española no puede hacer nada más. Mentira. Sólo hay que ver cómo actúa la monarquía sueca: mientras los Borbones están en su silla de brazos cruzados, la princesa Sofía de Suecia ha empezado a trabajar en un hospital de Estocolmo para ayudar el equipo de enfermería.

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Así es como la familia real sueca pasa la mano por la cara a Felipe y Letizia, que ven los toros desde la barrera. La esposa del príncipe Carlos Felipe de Suecia ha hecho un cursillo de tres días en la Universidad Sophiahemmet Högskola para ayudar al personal sanitario y colaborar en la lucha contra la COVID-19. Desde este jueves, Sofía de Suecia atiende a los familiares de los pacientes, limpia y desinfecta el material médico, y también se dedica a hacer tareas administrativas en un centro hospitalario de la capital. Aquí la foto que demuestra que a ella no se le caen los anillos:

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Los príncipes de Suecia trabajan para los ciudadanos. La casa real española, en cambio, lleva semanas intentando esconder los escándalos de corrupción de Juan Carlos, que ahora también salpican a Felipe VI. La diferencia entre una monarquía que sabe cuándo tiene que dar la cara por su pueblo y otra que sólo mira por sus propios intereses.