Dicen que los perros simbolizan la lealtad y la fidelidad, y que son un elemento catalizador de la unidad familiar, el cariño y el preocuparse por la gente que quieres... Letizia se debe pasar todo eso por el forro, porque de ella es sabido que detesta que haya animales por casa y fue la asturiana quien impidió que Felipe continuara con uno de los perros que más amaba, así como hizo que un perrito que le habían regalado a Leonor, Sara, pasara a ser cuidado por el personal de palacio más que por las niñas. Cuidado con el perro, es un cartel típico de las películas. En el caso de Zarzuela habría que decir mejor Cuidado con Letizia, que no quiere perros. En el caso de su marido, de todos es sabido la suerte que corrió un perro a quien Felipe adoraba, Pushkin, un schnauzer que durante muchos años durmió con el ahora rey de España.
Antes de la llegada de Letizia a la familia de los Borbones, estos tenían muchos animales, especialmente perros, en casa. Grandes amantes de los perros, la cosa cambió como un calcetín con la presencia en palacio de la reina. Una de las imágenes más icónicas de los primeros años de relación de los actuales reyes tuvo lugar hace dieciocho años, en el 2005, cuando Letizia y Felipe, entonces príncipes, fueron a Ibiza, en la que era la primera vez que hacían una visita oficial fuera de Madrid. Fueron recibidos con todos los honores por las autoridades del lugar, una especie de recibimiento tipo Bienvenido Mr. Marshall, donde todo eran besamanos, saludos y regalos. Uno de ellos, con vida propia.
El perrito 'Valent'
Hablamos del perrito 'Valent', que hizo honor a su nombre y se atrevió a que lo cogiera Letizia, teniendo en cuenta qué poco que le gustan los perros a la mujer de Felipe. Un cachorro de podenco ibicenco, una raza de perros autóctona de la isla, a quien Felipe cogía emocionado y a quien Letizia, embarazada de Leonor, le hacía unas carantoñas manteniendo las distancias.
Aquella sería la última vez que se le vio con los reyes. ¿Qué se hizo de él? Es un misterio. Igual de misterioso es saber qué pasó con los regalos que recibieron los príncipes de manos del ayuntamiento de León, dos cachorros de mastín como regalo de bodas, aunque pasó más de un año sin que Zarzuela los reclamara. Según explicó el Diario de León hace unos años, Casa Real dijo a la institución municipal que las perreras de la residencia estaban llenas y que hasta que los pudieran acomodar en la nueva residencia de los príncipes, tenían que quedar bajo su custodia, pero nunca más se supo. Al final, uno de los dos cachorros murió mientras esperaban noticias de Zarzuela que nunca llegaron... El otro, harto de esperar, y acostumbrado a ser cuidado fuera de palacio, allí se quedó... ¿Pasó lo mismo con 'Valent'?... Ser perro cerca de Letizia... una profesión de riesgo.