Desde que el príncipe Harry tomó la difícil decisión de alejarse de la monarquía británica, el vínculo entre él y la familia real ha sido objeto de intensas especulaciones y atención mediática. La ruptura, que marcó un antes y un después en la relación entre él y Carlos III, genera un clima de incertidumbre y curiosidad entre la población de Reino Unido y el resto del mundo. Mientras la institución continúa en su proceso de adaptación y busca proyectar una imagen de unidad ante el escepticismo que aún persiste, las noticias sobre las tensiones internas no dejan de surgir.

Carlos III
Carlos III

Recientemente, varios medios han informado sobre un movimiento que podría tener un significado profundo en la dinámica familiar. Se dice que el príncipe Harry habría iniciado averiguaciones para saber si puede cambiar el apellido de sus hijos a Spencer, en honor a su madre, la recordada Diana de Gales. Según un amigo cercano al hijo de Carlos III, este habría hablado con Charles Spencer, el hermano de Lady Di, en busca de orientación sobre la posible modificación. 

Este paso, que a simple vista puede parecer un simple cambio de apellido, ha sido interpretado por algunos analistas como un mensaje sutil, pero potente hacia la familia real, especialmente hacia el rey. ¿De qué se trata esta idea? 

El príncipe Harry continúa dando de qué hablar y Carlos III recibe otro golpe 

Charles Rae, en declaraciones a The Sun, comentó: “Esto es otro ejemplo de que Harry no sabe lo que quiere. Menos de un mes atrás, él pedía una reconciliación con su padre y hermano, y ahora estamos escuchando que quiere cambiar el apellido familiar”. La aparente contradicción en sus acciones refleja la complejidad de su situación y la falta de comunicación que persiste en su relación con la corona.

Esta estrategia parte, por lo visto, de las restricciones que impuso el Ministerio de Interior ante las exigencias del duque de Sussex para mantener el equipo de seguridad para su familia en Reino Unido. Insatisfecho y molesto por la respuesta que recibió, continúa presionando a la Casa Real. 

Carlos III y el príncipe Harry
Carlos III y el príncipe Harry

Si los hijos del ‘royal’ llevan el apellido Spencer en lugar de Mountbatten-Windsor, se generará un fuerte impacto en el público. La figura de Diana sigue siendo una presencia imborrable en la cultura popular y, para muchos, un cambio de apellido sería un acto simbólico que reafirmaría la conexión de Harry con su madre y su legado. Este gesto, además, podría interpretarse como una forma de reivindicar su identidad y su historia familiar en un momento en que el vínculo con el rey parece más frágil que nunca.

El príncipe Harry sabe que estas decisiones pueden convertirse en mensajes cargados de significado en el contexto de una monarquía en constante polémica. Los medios observan cada paso, esperando si hay algún gesto de reconocimiento o respuesta por parte de Carlos III. Sin embargo, una de las reglas inquebrantables de la monarquía británica es mantener el silencio. Mientras que a algunos les pueda parecer un insulto el cambio de nombre, en Estados Unidos, la figura de Diana de Gales y todo lo que representa es legendario. ¿Qué pasará?