Los tiempos han cambiado de manera significativa. Felipe VI, actual rey de España, tuvo que renunciar a varias de sus relaciones sentimentales en el pasado, debido a la constante presión ejercida por sus padres. Ellos le dejaron claro que, como miembro de la realeza, no era una persona común y corriente, y que no podía permitirse salir con cualquier mujer. A pesar de estas restricciones familiares, Felipe nunca estuvo dispuesto a dejar a Letizia Ortiz, su actual esposa, aunque su padre, Juan Carlos I, no estaba de acuerdo con esta relación. El hecho de que Letizia fuese plebeya y además periodista, no encajaba con las expectativas tradicionales de la familia real. Sin embargo, Felipe estaba profundamente enamorado de ella y tenía la certeza de que era la mujer con quien quería compartir su vida y formar una familia. Hoy en día, aún mantiene vivo ese amor y la emoción del primer día juntos.
Desde su ascenso al trono, Felipe VI y Letizia han llevado a cabo importantes cambios en la monarquía con el objetivo de modernizarla y acercarla a las nuevas generaciones. Uno de los cambios más trascendentales fue en la línea de sucesión. Tradicionalmente, solo los varones podían heredar el trono, pero Felipe y Letizia, padres de dos hijas, propiciaron un cambio en esta normativa. Gracias a este avance, la princesa Leonor, su hija mayor, está destinada a convertirse en la futura reina de España.
Felipe VI se ha asegurado de que su hija no sufra las mismas presiones que él vivió en su juventud. Tiene la firme intención de no imponerle con quién debe casarse simplemente por su condición de heredera al trono. Quiere que Leonor sea feliz y encuentre el amor por su cuenta. Afortunadamente, a pesar de las dificultades, Felipe siempre pudo elegir a la mujer que quiso. Sin embargo, no fue un camino fácil. Juan Carlos I, su padre, intentó intervenir en varias de sus relaciones amorosas, especialmente cuando estas involucraban a mujeres de origen plebeyo. Juan Carlos le presentaba candidatas provenientes de familias adineradas o de la realeza, pero Felipe no estaba interesado en ellas.
Felipe rompió su relación con Isabel Sartorius debido al escándalo que se generó en torno a ella, y más tarde, terminó con Eva Sannum, una modelo noruega, tras la filtración de unas fotografías en las que aparecía con poca ropa. Sannum, agotada por la constante presión mediática, se apartó mientras Felipe no podía defenderla adecuadamente.
Las presiones acabaron con la relación de Felipe VI y Eva Sannum
Aunque se sabía que Felipe tenía serias intenciones de casarse con Eva Sannum, las altas esferas de la monarquía se encargaron de evitar que esta relación progresara. Al final, Felipe se vio obligado a romper con ella, a pesar de estar profundamente enamorado. No solo fue Juan Carlos I quien intentó intervenir; al ver que Felipe no cedía, su padre pidió la ayuda de políticos como Felipe González y José María Aznar para tratar de influir en su decisión. Esto provocó tensiones significativas dentro de la Casa Real, llegando al punto de que Felipe VI dejó de hablar con su padre por un tiempo. Solo dos años después de estos conflictos, anunció su compromiso con Letizia Ortiz, marcando un hito en su vida personal y en la historia de la monarquía española.
