La Casa Real es como todas las grandes casas familiares: opaca. Esconden las miserias, delitos y porquería de sus miembros, los de verdad, los de sangre. A los recién llegados si hace falta los deja caer, como a Iñaki Urdangarin. Por suerte los contribuyentes, que son los que pagan esta casa y toda la familia Borbón, tienen a algunos, pocos, periodistas que les distinguen el relato de la realidad. Una que no se calla nada es la catalana Pilar Eyre. En la revista Lecturas hace un regalo por los 50 años de Letizia: poner luz en la oscuridad, explicar qué es falso del relato que La Zarzuela ha construido de la reina consorte.

Eyre: "Se contaban sobre ella muchas historias, unas inventadas, otras exageradas y otras ciertas, y ella sospechaba que eran filtraciones interesadas desde palacio para apartar la atención de los desmanes de Juan Carlos y sus relaciones con Corinna". Las fake news venían de dentro de la Casa Real y tenían un nombre: Juan Carlos. Así tapaba a su amante y s "Da vergüenza ajena leer ahora las informaciones que aparecieron sobre Letizia. Que su primer matrimonio estaba anulado por la iglesia, que medía 175 centímetros de estatura, que era la mejor periodista de su generación y pertenecía a una saga al nivel de los Luca de Tena o los Godó… La Casa Real aplicó desde el principio una censura estricta. Se confiscaron las cámaras de los fotógrafos que hacían guardia en las viviendas de los familiares, se habló con amigos y compañeros para que no dieran declaraciones, se ordenó que el noviazgo no apareciera en los programas del corazón sino en los informativos… también se dijo que habían retirado los expedientes médicos de Letizia, sus certificados académicos, su partida de matrimonio y de divorcio…". Lo que no pudieron destruir fue el documento médico que confirmaba el aborto voluntario al que decidió someterse Letizia antes de ser princesa. Lo publicó su primo.

Más fakes:"Nunca se nos ha dicho cómo se conocieron Felipe y Letizia porque la versión más difundida -que lo habían hecho en casa de Pedro Erquicia- ha sido desmentida por él mismo a sus íntimos. Lo que yo creo es que el navegante y explorador científico Kitín Muñoz, con el que Letizia tuvo un breve romance, se la presentó a su gran amigo el príncipe Felipe ¡y hubo flechazo!". I una altra trola: "Cuando Letizia se trasladó a vivir a Zarzuela, no fue al pabellón de invitados, como dijo la puritana prensa española, sino compartiendo habitación con su novio". Tratándose de quién es, una recién llegada a la familia, Zarzuela la veía prescindible.
La mentira más íntima: el funeral de Érika Ortiz Rocasolano
Pilar Eyre ya publicó hace tiempo cómo mintieron sobre la placidez del funeral de Érika, la hermana pequeña de Letizia que se suicidó.Eyre escribía: "Se dijo que Letizia recibió el cariño de Juan Carlos en la iglesia y lo que pasó en realidad fue que hubo palabras fuertes y doña Letizia le pidió en su suegro perdón llorando". Era la época que todavía no se contaba la verdad sobre los Borbones, donde los medios callaban lo que sabían excepto honrosas excepciones y un velo mediático lo tapaba todo.

El primo de la actual reina escribía que aquel día la expareja de Érika y padre de su hija Carla, el escultor Antonio Vigo, se enfrentó a gritos con el rey Juan Carlos diciéndole "Vosotros la habéis matado". Eso no se explicó nunca. Mentiras y medias verdades, la historia de Zarzuela.