Letizia en horas bajas. Después de haber mejorado su imagen y subsanar sus errores, como esa falta de cercanía, tiene que lidiar con un problema mayor. Desde hace una década permanecía oculto en la familia uno de los episodios más oscuros de los reyes relacionado con su crisis de 2013. En aquella época estuvieron a punto de divorciarse. Se creía que era por los problemas de la corona, como el caso Nóos que implicó a Iñaki Urdangarin o las fechorías de Juan Carlos, pero no tenía nada que ver con eso. Se trataba de una supuesta infidelidad. Ha sido Jaime del Burgo quien ha roto su silencio tras una década y ha revelado que la reina habría sido infiel al rey con él durante varios años.

Según su historia, Jaime del Burgo se enamoró de ella cuando empezó a ser una cara visible de TVE en ‘Informe Semanal’. Hizo todo lo posible por conocerla. Entablaron una amistad y poco tardaron en empezar una relación. No había constancia de ese momento. En 2003 le pidió matrimonio, pero la asturiana le confesó que estaba conociendo al príncipe. Dejaron de hablarse, pero un tiempo después de la boda volvieron a mantener contacto. Letizia estaba harta de la corona, su ambición le pudo y se encontraba sobrepasada. Le confesó que estaba enamorada de él y empezaron a verse en secreto. Era complicado, pero Letizia se las ingeniaba para conseguir burlar la seguridad de Zarzuela y a sus escoltas.

Felipe y Letizia en el coche
Felipe y Letizia en el coche

El truco de Letizia para no ser descubierta por Felipe 

Felipe confiaba plenamente en ella y no pedía explicaciones. Letizia se movía en su tiempo libre como quería. A veces se iba a ver a unas amigas o a casa de su madre o su padre, incluso con su hermana, pero realmente se veía con Jaime del Burgo. Le esperaba en un apartamento de Madrid que habían alquilado para tal fin. También se veían en Barcelona, y en otras ciudades de España, como Valencia. Tenían varios puntos candentes en el mapa.

Villas en Valencia
Villas en Valencia

Cuando veía a Jaime del Burgo despistaba a su personal de seguridad con cualquier mentira. Se iba ella sola, totalmente camuflada para pasar desapercibida. Tenía que evitar que cualquiera le reconociese y que apareciese alguna noticia de ella en otra ciudad o acompañada de otro hombre. Podían hacer pocos planes juntos porque no podían verles juntos en la calle y menos en actitud cariñosa.

Jaime del Burgo se encargó de alquilar una villa a su nombre en Valencia para verse a escondidas con Letizia. Allí tenían piscina y todas las comodidades del mundo para no salir en todo el día. De esta forma podían verse en secreto sin que Felipe sospechase nada.