La figura de Letizia Ortiz, ahora reina consorte de España, ha experimentado una transformación notable desde que llegó a la Casa Real hace dos décadas. Sin embargo, a pesar de su adaptación al papel de reina, su carácter sigue generando controversia y críticas, como evidencian diversos testimonios.

Desde sus inicios en la realeza, Letizia ha despertado debates y opiniones encontradas. Su inteligencia y carácter han sido objeto de elogios y críticas por igual. Felipe VI quedó fascinado por su personalidad avasalladora, que contrastaba con el entorno aristocrático al que estaba acostumbrado.

Letizia, desagradable en una tienda de lujo de Madrid

No obstante, este mismo carácter ha sido motivo de situaciones incómodas, como la pedida de mano pública, donde Letizia mostró su espontaneidad de manera desafiante. “Déjame terminar”, le dijo después de que Felipe la interrumpiera en una de sus intervenciones. Pero no solo se ha enfrentado a su esposo, sino también a ciudadanos comunes.

Letizia Concerts 11 M EFE
Letizia EFE

Uno de los feos de Letizia que ha circulado se dio en una tienda de Carolina Herrera en el año 2012. Una joven se le acercó a pedirle un selfie. Pero la consorte se negó. Lo más grave de todo fue el motivo en el que se escusó. “No estoy trabajando”, dijo Letizia delante de un reguero de testimonios. Un incidente que dejó en evidencia su actitud distante y poco empática hacia quienes la admiran. Queda claro que esa sonrisa que siempre muestra es solo de cara a la galería cuando hay cámaras delante.

Ya había protagonizado una escena similar en el cine

No es la única vez que Letizia se ha negado a ceder ante un gesto de este tipo. También se lo negó a un joven en el cine. Ocurrió en 2014, cuando acudió con Felipe a ver una película. Entonces un niño se acercó para pedirles una foto. Quedaban pocos minutos para que empezara la película. Pero Letizia rechazó la solicitud. “Ahora no podemos. No estamos trabajando”, dijo la reina.

Felipe Letizia cine palomitas La Sexta
Felipe Letizia cine palomitas La Sexta

Intentando remediar la situación, el monarca se disculpó con el niño. Al parecer, le informó que si accedían a tomarse una foto con él, sería difícil negarle el mismo gesto a otros niños presentes, dado que su visita al cine ese día se limitaba a disfrutar de una película. Aun así, ello no quita que esa reacción fue desmedida. Si bien no estaban en un acto oficial, no podría exigir que el resto de los ocupantes del cine se comportaran como si fuese una persona ordinaria.