Tal y como hizo en los Juegos Olímpicos de París, la reina Letizia también se ha dejado ver por en los Juegos Paralímpicos. Y su presencia no ha pasado desapercibida. La consorte asistió el pasado viernes al partido de baloncesto en silla de ruedas entre la selección española masculina y el equipo de Australia. Este fue su primer evento deportivo en los Juegos Paralímpicos desde su llegada a la capital francesa. En las gradas del Arena Bercy, Letizia estuvo acompañada por el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría.
La agenda de Letizia no terminó ahí. Tenía previsto asistir al partido de boccia en el que compitió Amagoia Arrieta contra la francesa Aurelie Aubert. Además, se desplazó al recinto de La Defense Arena para apoyar a los nadadores españoles en las finales de la sesión vespertina. Su participación en estos eventos refleja un firme compromiso con el apoyo a los atletas y a los Juegos Paralímpicos en general.
La reina Letizia no se aloja en un hotel en París
Asimismo, como hizo en los Juegos Olímpicos, en esta ocasión no se alojó en un hotel. En una muestra de exclusividad y control, la reina Letizia ha optado de nuevo por una medida mucho más privada y selecta: ha decidido alojarse en un palacio de la Embajada de España en Francia.
Este majestuoso palacio, situado en el nº22 de la Avenida Marceau, en el Distrito VIII de la capital francesa, se encuentra en las cercanías de la emblemática Torre Eiffel. Este cambio de alojamiento refleja un deseo de mantener un bajo perfil mientras garantiza la máxima privacidad y seguridad durante su estancia. La reina Letizia ha solicitado expresamente que el palacio se cierre al público durante su estancia, una medida que asegura su exclusividad y evita cualquier posible inconveniente o interrupción durante su visita.
La reina Letizia lo quiere todo bajo control
Este enfoque en la privacidad y el control de su entorno durante la visita a los Juegos Paralímpicos es similar a la estrategia que utilizó durante los Juegos Olímpicos de París. En ambas ocasiones, la reina ha preferido evitar el alojamiento en hoteles y, en cambio, ha optado por residir en un espacio que le permite mayor tranquilidad y control. Esta preferencia por la Embajada de España en Francia no solo resalta el estatus y privilegio de su posición, sino también una forma de asegurar que sus desplazamientos y actividades se lleven a cabo sin contratiempos ni interrupciones.
La decisión de cerrar el palacio mientras ella esté allí también subraya la importancia que Letizia otorga a la seguridad y privacidad durante sus viajes oficiales. Al adoptar esta medida, garantiza que su estancia sea lo más discreta y controlada posible.