De los creadores de Déjame hablar, llega ahora: Déjame hacer a mí, que tú no te enteras de cómo va el protocolo. Letizia es mucha Letizia y no ahorra en gestos explícitos cuando se trata hacer saber cómo van las cosas. Incluso, si el destinatario de su fuerte carácter es su propio marido y rey de España. La asturiana es de ideas fijas, y las cosas se hacen como ella dice. Y si para conseguirlo, se lo tiene que dejar claro a su marido, en público, y ante todo el mundo, lo hace sin cortarse un pelo. Una de las muestras más fehacientes la vimos el pasado verano, en una recepción oficial de los monarcas y la reina Sofía en el palacio de Marivent de Palma.

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Felipe, Letizia y Sofía / GTRES

Allí estaban los tres, plantados, morenos y dispuestos a recibir los habituales y pelotas saludos por parte de los invitados, que pierden el norte para hacerse una foto encajando la mano de los reyes. Palmeros habituales de los besamanos monárquicos, como un invitado que después de darle la mano a Felipe, cuando pasó y se vio a la altura de Letizia, esta se puso a charlar con su suegra, riéndose y pasando olímpicamente del invitado. El hombre, esperando sin saber qué hacer. Y Letizia y Sofía, a lo suyo, y el hombre como un pasmarote. La fila de invitados empieza a detenerse como los coches en un peaje. Felipe, mosca, se dio cuenta de ello y fulminó con la mirada a su mujer, refunfuñando entre dientes. Letizia respondió diciendo alguna cosa a su marido, alzando la mano, el puño, más bien, después de saludar a esta copia de Toni Genil. Puedes recordarlo cliqueando en el vídeo, a partir del minuto 2'32":

A Letizia le chupa un pie hacer gestos ostensibles de disconformidad. O como acaba de pasar, gestos de cómo van las cosas. Ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2022 en Alicante, con presencia de los reyes. Letizia, con un vestido de su nuevo color fetiche, el rosa, que ha sustituido los habituales vestidos color rojo España para parecer más próxima, según una experta. Pero por mucho que vaya de rosa, no consigue librarse de su imagen de rígida. La reina y su marido, en medio del escenario, con otras autoridades, y repartiendo galardones a los premiados. En un momento determinado, le llega el turno a la monarca de entregar un galardón.

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Felipe y Letizia, en la entrega de los Premios Nacionales de Investigación / @CasaReal
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Felipe y Letizia, en la entrega de los Premios Nacionales de Investigación / @CasaReal

¿Y qué hace el rey? O confundirse o no saberse el protocolo. Empanado, y en la parra, se piensa que le toca a él. Pero su mujer le deja claro que no. Letizia lo corrige rápidamente, y en público, señalándole con firmeza su propio pecho, reclamando que le toca a ella y teniendo que explicarle cómo va el turno de entrega, como se puede ver en estas imágenes:

... A Letizia no le hace falta ningún premio para demostrar que a ella no hay quien la gane cuando se trata de dejar en evidencia a Felipe.