La unión matrimonial de Felipe VI y Letizia ya supera la mayoría de edad. De hecho, faltan pocos meses para su vigésimo aniversario. El 1 de noviembre de 2003, Zarzuela anunció oficialmente el compromiso entre el entonces príncipe y su novia. La relación no contó con la aprobación de todos, ni siquiera de la Familia Real. Pero el hijo de Juan Carlos I y Sofía de Grecia no tenía dudas. El 22 de mayo de 2004 el país se paralizó para celebrar la boda. Casi 20 años después, la seguridad del rey flaquea. Su mujer no llega a cenar.
Solo los que han estado casados comprenden que el matrimonio no es sencillo. Cuando llevan muchos años de convivencia, ya la vida les ha enfrentado a toda clase de retos. En el plano sentimental, da igual que los cónyuges vivan en el palacio de Zarzuela a que lo hagan en un piso de un barrio de la periferia, la vida en pareja tiene sus altibajos. Felipe VI y Letizia, como todos, han tardado unos años en lograr un equilibrio. No solo no iniciaron su matrimonio por conveniencia (como muchos de su entorno), sino que son la imagen de una institución demandante.
El matrimonio ha sufrido un sinfín de crisis matrimoniales, aunque muchas permanecen privadas. Lo cierto es que algunos detalles de su vida diaria trascienden, como su situación actual. Informantes confirman que la distancia crece y las tradiciones se rompen, la reina prioriza su tiempo a solas.
Felipe VI y Letizia, independientes sin sus hijas
En este periodo, los reyes han tenido que despedirse de sus hijas. Anteriormente, Leonor estaba en el UWC Atlantic College de Gales estudiando Bachillerato; mientras que la infanta Sofía seguía viviendo con sus padres. Ahora, la primogénita se ha desplazado a Zaragoza a tiempo completo para recibir su formación castrense. A la par, la pequeña de la familia siguió los pasos de su hermana mayor en territorio británico.
El pabellón del príncipe se ha quedado triste y gris sin la presencia de las niñas. De acuerdo con Informalia, el monarca confesó en un corrillo por la apertura del Año Judicial en el Tribunal Supremo cómo es su vida sin sus retoños. “La reina Letizia y yo estamos muy solos. Ahora nos aburrimos un poco”, fueron sus palabras. No llevan bien el síndrome del nido vacío.
En Zarzuela ya no hay cenas obligatorias de toda la familia, como cuando estaban las jóvenes. Los Royals hacen acto de presencia cuando les corresponde estar juntos, se encargan de sus agendas individuales y el tiempo libre lo disfrutan por separado. Don Felipe cena con sus amigos cuando tiene oportunidad, se va de viaje o planifica una escapada para esquiar. Su mujer, por otra parte, suele salir con amigas.
Otro de los grandes inconvenientes fue la polémica con Jaime del Burgo, quien explicó que mantenía una relación con la asturiana cuando ya estaba casada. Y pese a que se dice que esta es una crisis superada hace años, la relación vuelve a estar tensa.
Da la impresión de que el clima matrimonial es grave. Felipe VI y Letizia seguirán juntos, por compromiso a sus hijas y a la Corona.