La princesa Leonor se prepara para el que será su gran plan del verano. Un viaje privado. Exclusivo. Y con un coste de 4.000 euros la noche. Todo está listo para que la heredera ponga rumbo a su destino a finales de esta misma semana.
Este año, Leonor disfruta de casi mes y medio de vacaciones. Un cambio respecto a los dos veranos anteriores, marcados por su formación en la Academia Militar de Zaragoza y la Escuela Naval de Marín. Su actual etapa en la Academia General del Aire y del Espacio, en la Base Aérea de San Javier, no comenzará hasta septiembre. Por eso, el calendario le deja tiempo de sobra para un respiro de lujo.
La princesa Leonor adquiere nuevas responsabilidades en Mallorca
Desde finales de julio, la princesa ha estado con su familia en Marivent. Como cada verano, ha participado en algunos actos públicos. Mallorca es escaparate y hay que darlo todo: el Gobierno Balear cede el palacio a cambio de visibilidad. Ella ha cumplido. Incluso se estrenó en la recepción real del pasado lunes. Posó en el besamanos junto a su hermana, la infanta Sofía, que también debutó. Las dos, ya mayores de edad, empiezan a asumir compromisos oficiales.

Pero el verdadero descanso llega ahora. Leonor ha planeado unas vacaciones privadas que poco tienen que ver con las obligaciones de la agenda real. Quiere navegar por las islas griegas en compañía de sus amigos más cercanos. Para ello, ha reservado un yate de lujo. El precio: 4.000 euros por noche. Todo está cerrado y organizado para partir en los próximos días, antes de volver a Madrid para preparar el inicio de su formación aérea.
Todo organizado en unas vacaciones de 4.000 euros la noche
El secretismo es absoluto. Ni una pista sobre el recorrido, la fecha o el puerto de salida. La razón es clara: evitar la presencia de fotógrafos y prensa. Esta discreción no es casual. Es una estrategia heredada de la reina Letizia, que aprendió la lección cuando unas fotos suyas en bikini, antes de casarse con Felipe VI, dieron la vuelta a España. Desde entonces, el control sobre las imágenes privadas es férreo. Sobre todo este año, después de que Leonor también fuera pillada en bikini por primera vez.

El viaje será su auténtico respiro tras un año intenso y exigente en la Armada. Durante seis meses navegó en un buque de guerra, sometida a entrenamientos duros, vida en alta mar y un régimen militar estricto. En Mallorca, lejos de encontrar relax, ha tenido que cumplir compromisos y limitar su movilidad para evitar el acoso mediático.
Ahora, por fin, podrá desconectar. Mar turquesa, atardeceres en cubierta y la libertad de moverse sin protocolo. Un verano que combina la imagen pública que la institución exige con la vida privada que toda joven de 19 años necesita.