Felipe VI, Elena y Cristina se reunieron de urgencia hace unos días para hablar del estado de salud de Juan Carlos I. Estas últimas semanas se le ha visto mucho más alicaído tras situarse de nuevo en el foco mediático. Recientemente, cinco fiscales jubilados se han querellado contra él. Nuevamente, tiene problemas judiciales. Esto ha hecho que rey le vuelva a apartar de España. Se desconoce si podrá pasar las navidades con la familia. Su intención era quedarse estas próximas semanas en el Four Seasons de Madrid, pero finalmente se instalará en Ginebra, donde habitualmente se realiza su chequeo médico.
Mucho se ha hablado de la vuelta de Juan Carlos I a España de forma indefinida, pero es algo que de momento no sucederá, aún y su avanzada edad. Si el emérito fallece fuera de su país sería un gran escándalo y una deshonra para Felipe VI y la corona. De hecho, el hermano de la reina Sofía, Constantino de Grecia, que falleció a principios del año pasado, también estaba exiliado en Londres, pero falleció en Grecia.
Felipe VI se desvincula totalmente de él en público, pero en privado mantienen conversaciones todos los días, y ha pedido a sus médicos de confianza que le envíen todos los partes médicos. Quiere estar al corriente de su salud y su evolución. Hace unas semanas ya recibió una dura noticia que le entristeció. Estos últimos años se ha sometido a la medicina regenerativa, inyectándose células madre y plaquetas en sangre para mejorar su movilidad, pero esto era solo un parche. Después de tantas infiltraciones ya no surten efecto y el emérito tendrá que aceptar la realidad. Habrá un día en el que se le vea en silla de ruedas, una imagen que ha intentado evitar hasta la fecha.
Juan Carlos I empieza a mostrar signos de su avanzada edad
Las infantas Elena y Cristina son las que más tiempo pasan con Juan Carlos I y le ven habitualmente. Saben que su estado de salud es delicado, pero por ahora no quieren hacer saltar las alarmas. El emérito permanece bien atendido tanto en Ginebra como en Abu Dabi, hay médicos solo a su disposición las 24 horas del día.
También se le han hecho pruebas para descartar Alzheimer, ya que ha presentado algunas perdidas de memoria en los últimos meses, pero les han asegurado que es fruto de la edad.
No se han revelado los resultados de este chequeo médico, ni tan siquiera se quiere hablar de la salud de Juan Carlos públicamente, ya no pertenece a la corona, y para los ciudadanos, la salud del emérito carece de interés. Los hijos del exmonarca ocultan lo peor.