La imagen de Zarzuela está tocada. Algunos se preocupan de que también esté hundida con informaciones como las que publica Carmen Duerto, biógrafa de la infanta Elena, en un diario poco republicano como La Razón. La autora conoce a los Borbones hasta el punto que fue quien reveló la auténtica razón de la zeta de Letizia. La misma columnista destapa los vicios de la Familia Real, y aunque se deja algunos (ni palabra de las amantes del rey Juan Carlos) destapa otros.

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Escribe Duerto que Leonor está enganchada a Operación triunfo, que acaba de madrugada:  "El fenómeno OT también ha llegado a La Zarzuela, por mucho que Doña Letizia ponga normas restrictivas para ver la televisión, que es algo que no ocurría durante el reinado de Don Juan Carlos: la Infanta Elena descubrió la teletienda y no paraba de comprar cosas que pedía que le enviasen al domicilio de una amiga". A Telecinco le ha faltado tiempo para hacer escarnio de la hija mayor de los reyes eméritos:

infanta elena teletienda Telecinco

Telecinco (clica la foto para ver el vídeo)

Socialité añade más datos: "Año 1990, Palacio de la Zarzuela, nadie tiene la más mínima sospecha de lo que ocurrre cada noche. La adicción de doña Elena es... La teletienda. Elena repetía cada madrugada el mismo ritual, comprar casi todo lo que veía en la teletienda. Casi todo le gustaba pero su debilidad eran los productor adelgazantes. Para evitar que su familia se enterara y la metieran en una clínica de desintoxicación se buscó unos complices: los hermanos Fuster (amics de la família). Ellos eran las personas que recogian la mercancía comprada por doña Elena".

Helena

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Llevar menores a ver matar toros no se considera vicio, así que la prensa madrileña se limita a hablar de teletienda y del posible transtorno alimenticio de Elena, comprando pseudo-medicamentos de madrugada hechos en un sótano de Honk Kong porque se veía gorda. Poca broma. Telecinco pronuncia la palabra maldita, desintoxicación, porque el consumo descontrolado de pastillas, la bulimia o las compras compulsivas son adicciones. Y no es Letizia.