Normalmente es su hija, Victoria Federica, a quien solemos ver en los saraos más glamourosos, como desfiles de moda, o en las fiestas más locas, al lado de los muchos DJ's que conoce. En cambio, la infanta Elena suele dejarse caer por actos más serios o de tono rancio como las corridas de toros que tanto le gustan. Pero por un día la hermana de Felipe se soltó y se dejó caer en un acontecimiento donde es menos habitual verla. Como este pasado fin de semana.
La infanta ha estado en IFEMA donde su buen amigo Nacho Cano estrenaba un nuevo musical, Malinche. Elena, jersey negro, camisa blanca, pelo despeinado y sin su habitual sombrero de pescador con la cinta con la rojigualda, extasiada en el patio de butacas y encantada con el show. Tanto, que cuando acabó quiso conocer sí o sí a uno de los protagonistas en camerinos, el actor Ignacio Galán, intérprete polifacético y con un personaje muy conocido como travestí: Nacha La Macha.
Más allá de Galán, en el lugar de los hechos había otro actor y cantante que obnubiló a la infanta. Y es que al mismo tiempo que se hacía el musical de Nacho Cano, un músico presentaba su nuevo tema, Mi cara B. ¿Quién? Javier Mota. El cantante, después de la representación de Malinche, el musical, presentaba su nuevo single, coincidiendo además, tal como recuerdan en la revista Shangay, con su 39.º cumpleaños, y apadrinado por Nacho Cano. Mota, que en la obra interpreta al emperador Moctezuma, reconoce que "Fue gracioso cuando Nacho pidió dos aplausos especiales: uno para la infanta Elena y otro para mí, por mis 39 primaveras”. Después de conocer a Elena, ella, encantada de la vida, tuvieron muy buena sintonía y siguieron la fiesta de cumpleaños: "La cara B de la infanta Elena: de fiesta con Javi Mota en 'Malinche'", dicen en el citado medio. Así es, y así suena el guapérrimo cantante y actor que acaba de conocer la infanta Elena:
Mota regala a sus fans publicaciones que no dejan indiferente a nadie y que sus seguidores aplauden con las orejas. Imágenes muy hot, con poca ropa o directamente sin ninguna pieza de ropa encima, con fotos que hacen enloquecer al personal. Aquí va una muestra:
Queda claro que viendo estas fotos, seguro que la infanta Elena debe pensar de él que le gustaría ver también, aparte de Mi cara B, lo que vendría a ser Su cara A... ¿Malinche?... Al contrario: Bueninche.