La salud del rey emérito Juan Carlos I ha experimentado un notable declive en los últimos tiempos, manifestándose de manera evidente en sus recientes visitas a España. La movilidad se ha visto seriamente afectada, y ahora depende en gran medida de la ayuda de sus escoltas o de su silla de ruedas para desplazarse, evidenciando la necesidad de asistencia constante.
A sus 86 años, es comprensible que Juan Carlos I comience a enfrentarse a problemas de salud propios de la edad. Incluso ya ha expresado su deseo de no fallecer lejos de su país natal y tener la posibilidad de regresar a España permanentemente en caso de necesitar atención médica continua.
Evidente declive físico y cognitivo del rey Juan Carlos I
A pesar de sus esfuerzos por mantener un mínimo estado de forma mediante ejercicio diario y la atención de profesionales de la salud, como fisioterapeutas y entrenadores personales, Juan Carlos I no puede escapar del inevitable deterioro asociado con el paso de los años. Una fuerte gripe reciente lo dejó bastante afectado hace unas semanas, y sus hijos, especialmente las infantas Elena y Cristina, están profundamente preocupadas por su bienestar.
Además de los problemas físicos, preocupa el deterioro cognitivo que ha comenzado a manifestarse en el emérito, con pérdidas de memoria que van más allá de lo esperado para su edad. Aunque no se ha diagnosticado Alzheimer u otro trastorno similar, estos síntomas seniles son motivo de inquietud para sus hijos, quienes temen que el deterioro continúe sin control.
Las infantas Elena y Cristina mandan una petición a Felipe VI
Ante esta situación, las infantas Elena y Cristina han solicitado a su hermano, Felipe VI, que otorgue amnistía a su padre. Desean que Juan Carlos pueda entrar y salir de España libremente, pasar temporadas en Madrid y no solo en Sanxenxo, y que no tenga que ocultarse de la opinión pública para preservar la imagen de la monarquía, como se le ha sugerido desde Zarzuela.
La petición de amnistía refleja la preocupación y el cariño de las infantas hacia su padre, así como su deseo de garantizarle una mayor calidad de vida en sus últimos años. A pesar de los desafíos y las dificultades, las infantas buscan brindarle a Juan Carlos I el apoyo y la atención que necesita en este momento de fragilidad.