En julio de 2025, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin volvieron a encontrarse. Esta vez, en Ginebra, Suiza. El motivo de la reunión no fue sentimental, sino notarial. Aunque su divorcio se formalizó en enero de 2024, hay aspectos que aún están en negociación.
El encuentro fue discreto. Sin fotografías. Sin declaraciones públicas. Pero varias fuentes cercanas han confirmado que se firmaron nuevos documentos ante notario. Y aunque el contenido exacto no ha trascendido, los rumores ya circulan.

Reencuentro Cristina e Iñaki Urdangarin
Uno de los temas sobre la mesa habría sido el piso de Pedralbes. Un lujoso inmueble en Barcelona, propiedad de una empresa compartida entre ambos. Según algunas versiones, Cristina habría comprado la parte de Iñaki por un valor cercano al millón de euros. Una transacción silenciosa, pero clave en la reconfiguración de su patrimonio tras la separación.
Pero no es el único asunto que podría haber motivado el encuentro. También se especula con una revisión económica del acuerdo inicial de divorcio. A principios de 2024 se habló de una pensión de 5.000 euros mensuales para Urdangarin. Sin embargo, otras fuentes como Juan Luis Galiacho apuntaron a una cifra mucho más alta: hasta 50.000 euros al mes, además de un pago único de dos millones de euros.

Nuevas cláusulas en su contrato de divorcio
Este dinero no sería solo una compensación económica. Se trataría, en realidad, de un pacto de silencio. Durante su estancia en prisión por el caso Nóos, Iñaki habría escrito unas memorias confidenciales, con información comprometedora sobre la familia real. Un material que, de hacerse público, dañaría la imagen del rey Felipe VI, la reina Letizia y, sobre todo, del rey emérito Juan Carlos I.
Por ello, el acuerdo incluiría no solo dinero, sino también cláusulas estrictas de confidencialidad. Hasta ahora, sería el propio Juan Carlos quien asumiría los pagos, al menos hasta su fallecimiento. Luego, la infanta Cristina se haría cargo del resto. Parte del dinero se estaría ingresando en cuentas extranjeras, para evitar escándalos fiscales y mantener todo bajo perfil.
Otra hipótesis apunta a modificaciones relacionadas con Ainhoa Armentia, la actual pareja de Iñaki. Según documentos anteriores, si él decidía casarse de nuevo, perdería todos sus privilegios económicos. La reunión en Ginebra podría haber servido para revisar o anular esas cláusulas, buscando mayor libertad para rehacer su vida.