La imagen de la infanta Cristina ha estado marcada durante años por su discreción, su perfil bajo y, por supuesto, por su fallido matrimonio con Iñaki Urdangarin. Su historia con el exduque de Palma, que terminó en escándalo judicial y divorcio, todavía pesa en la memoria colectiva. Sin embargo, pocos conocen que antes de ese sonado enlace, Cristina de Borbón vivió un romance oculto con un influyente político, muy cercano a su padre, el rey Juan Carlos I.
Según revelaciones surgidas en círculos televisivos y periodísticos, la infanta habría mantenido una relación sentimental con Adolfo Suárez Illana, hijo del primer presidente de la democracia española, y figura destacada en el panorama político del país. Un hombre con una trayectoria impecable, formación clásica, presencia pública cuidada y, además, una amistad estrecha con el entorno del monarca emérito.
La infanta Cristina tuvo una aventura con Adolfo Suárez Illana, hijo del que fuera presidente Adolfo Suárez
Este affaire, cuidadosamente mantenido en la sombra, tuvo lugar en los años anteriores a su compromiso con Urdangarin. De hecho, algunos aseguran que la ruptura con Suárez Illana se produjo poco antes de que Cristina comenzara su historia con el deportista. Según el periodista Víctor Sandoval, colaborador en programas del corazón, el vínculo fue más profundo de lo que se creyó inicialmente, e incluso fue confirmado de forma confidencial por Sonsoles Suárez, hermana de Adolfo.
El romance, aunque jamás fue oficial ni fotografiado en actos públicos, dejó rastro entre los asistentes a ciertas cenas privadas y encuentros en lugares tan exclusivos como la desaparecida discoteca Pachá de Madrid, lugar habitual para figuras de la alta sociedad que buscaban privacidad.
Fue la infanta Cristina quién rompió la relación
“Adolfo estaba completamente enamorado. La ruptura lo dejó devastado”, afirmó Sandoval en televisión. Se dice que la infanta Cristina, al iniciar su relación con Urdangarin, cortó toda comunicación con Suárez Illana, dejándolo emocionalmente tocado.
Sorprendentemente, esta relación tuvo una escasa repercusión mediática. Quizá por respeto a la figura del expresidente Suárez o por el control de la Casa Real sobre la vida privada de sus miembros, la historia fue enterrada. Ahora, sin embargo, ya no es tan fácil ocultar este tipo de informaciones.