El nombre de Froilán siempre ha sido sinónimo de polémica y controversia en la casa real. Su rebeldía le ha llevado a una posición delicada en su relación con la Casa Real, donde su figura sigue siendo motivo de malestar y rechazo. Froilán lleva tiempo deseando e insistiendo para regresar a España de forma definitiva, pero desde Zarzuela le han dejado claro que no es bienvenido.
Durante años, su comportamiento ha sido una fuente de conflictos. Froilán ha sido protagonista de múltiples escándalos. Desde peleas callejeras, hasta su implicación en una fiesta ilegal en un local con licencia de sauna donde se encontraron sustancias prohibidas, su historial ha sido un constante quebradero de cabeza para su madre, la infanta Elena, y un verdadero problema para los reyes Felipe VI y Letizia.
Froilán, como loco por volver a España
Ante tal cúmulo de incidentes, la solución fue alejarlo del foco mediático. Así fue como acabó en Abu Dabi, bajo la supervisión de su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I. Allí se le proporcionó un entorno más controlado, un apartamento de lujo y un puesto de becario en una petrolera, con un sueldo nada despreciable de 7.500 euros mensuales.
Sin embargo, esa oportunidad también se esfumó: perdió el empleo y desde entonces no ha demostrado interés por encontrar otro. Su día a día en el extranjero se ha vuelto monótono, y el joven desea con todas sus fuerzas volver a España.
Vetado en Zarzuela
El joven ha expresado este deseo en numerosas conversaciones. Está harto del calor, la arena, los jeques y la sensación de estar desterrado. Quiere trabajar, salir con sus amigos y hacer vida normal. Pero desde Zarzuela se mantienen reticentes a esta opción. Aunque la infanta Elena se muestra comprensiva con su hijo, también sabe que cualquier intento de facilitar su vuelta supondría un choque directo con su hermano, el rey Felipe VI, y con Letizia, que mantienen una postura firme: Froilán no debe volver. Su presencia se considera perjudicial para la imagen pública de la monarquía, y por ahora no hay margen de negociación.
Mientras tanto, Froilán tiene que conformarse con visitas esporádicas. Y ahora planea un nuevo viaje a España este verano. Pero ya le han advertido: por Zarzuela, ni pasar. A diferencia de sus primos Irene y Miguel Urdangarin, que sí podrán alojarse con la reina Sofía, él tendrá que buscar cobijo en casa de su madre o con amigos.