No es que sea precisamente ningún secreto que Felipe VI tomó una decisión hace ya muchos años que jugaba en contra de la voluntad de todos y cada uno de los miembros de su familia. Esa decisión no fue otra que la de apostar de forma clara y evidente por su relación con Letizia Ortiz, una joven periodista que desde la casa real no veían precisamente bien, sino más bien todo lo contrario.
No fueron pocos los que le dejaron muy claro a Felipe que lo mejor sería buscar otra futura reina, que no veían nada claro el papel de Ortiz en la institución de cara al futuro y que sería mejor optar por una mujer mucho más preparada en este sentido. Sin embargo, más allá de los consejos de sus padres y de sus hermanas, el entonces príncipe, cansado de que se le hubieran negado ya muchas relaciones anteriores, decidió seguir su instinto y apostar por la relación con la entonces joven periodista.
La relación de Felipe con su madre es más que buena
Una relación que hoy en día está más que rota. Y es que, si bien es cierto que de cara a la galería tanto Felipe como Letizia siguen haciendo el papel de ser un matrimonio feliz, lo cierto es que, tal y como apuntan muchos expertos en lo que ocurre en Zarzuela, hace ya muchos meses que hacen vida prácticamente por separado y tan solo se juntan para los actos oficiales y cuando el protocolo lo requiere.

En este sentido, si bien es cierto que han sido varias las veces que Felipe ha comprobado cómo algunos de los miembros de su familia ha tratado a su mujer a Letizia, la relación que sigue teniendo el rey con su madre, la Reina Sofía, es más que buena, entre otras cosas porque la emérita ha intentado, a su manera, ir rebajando ciertas tensiones.
No es casualidad entonces que uno de los principales motivos de preocupación del rey en estos días que se encuentra en París apoyando a diferentes deportistas españoles en los juegos olímpicos sea el estado de salud de la emérita, de ahí que no se olvide ni un día de llamarla a la misma hora para comprobar cómo está, algo que no hace precisamente con su mujer.
Son muchas las voces que aseguran que en un futuro es probable que Felipe y Letizia se acaben separando, pero lo que es evidente es que el rey sabe muy bien que su madre, uno de los grandes enemigos de su mujer, necesitaba mucho apoyo teniendo en cuenta los malos tiempos por los que ha pasado últimamente.