La muerte de la reina Isabel II el 8 de septiembre de 2022 desencadenó una serie de eventos impactantes y controversiales en el corazón de la realeza británica. Uno de los temas más discutidos en relación con el legado de Isabel II se refiere al destino de sus valiosas joyas, algunas de las cuales ahora están en posesión de su primogénito, el rey Carlos III. Sin embargo, aunque las joyas de la Corona pueden ser legítimamente heredadas por Carlos y compartidas con otros miembros de la Familia Real, se ha generado una sorprendente acusación en contra de Camilla Parker Bowles en relación a un conjunto de joyas que pertenecieron al joyero personal de la difunta reina y que, de manera arbitraria, están ahora en su poder.

Y es que, lo que ha causado un gran revuelo es que los otros tres hijos de la fallecida monarca, es decir, los príncipes Andrés y Eduardo y la princesa Ana, no han tenido acceso a las joyas de su madre desde su fallecimiento. Incluso Kate Middleton, la futura reina de Inglaterra y princesa de Gales, solo dispone de las joyas que le fueron regaladas por Su Majestad en vida. De acuerdo con informantes cercanos al Palacio, las joyas de Isabel II han quedado exclusivamente para el uso de Camilla, lo cual ha generado malestar en Andrés, Eduardo y Ana, especialmente porque nunca tuvieron una relación cercana con ella.

Las joyas de Isabel II: un tesoro bajo lupa

La reina Isabel II, cuyo reinado dejó una marca indeleble en la historia, poseía una colección de joyas que rivalizaba con las más exquisitas del mundo. Con más de 300 piezas en su colección, que incluían broches, pulseras, pendientes y deslumbrantes tiaras, estas joyas han sido testigos de eventos históricos y varias generaciones de reinas. Ahora, con la coronación de Carlos III, Camilla ha decidido llevarse consigo no solo las joyas de la Corona, sino también las piezas más emblemáticas de la colección privada de la difunta monarca.

Broches, collares y tiaras: el epicentro del conflicto

Entre las joyas más destacadas de la colección de Isabel II se encuentra el conjunto parure de diamantes y zafiros conocido como la suite victoriana del Rey Jorge VI. Este impresionante set de joyas incorpora zafiros azules tallados en diversas formas y data de mediados del siglo XIX. La reina Camilla ha optado por lucir estas deslumbrantes piezas en varias ocasiones para rendir un tributo a su suegra. Sin embargo, esta decisión no ha sido del agrado de todos en el seno de la Casa Real, generando opiniones encontradas. Camilla también tomó bajo su custodia la tiara de diamantes de Greville, también conocida como la Boucheron Honeycomb Tiara, después de que Carlos III ascendiera al trono.

No obstante, la usurpación de joyas por parte de Camilla Parker Bowles no se limita a este par de joyas. Con buen gusto, ha seleccionado una variedad de broches pertenecientes a Isabel II, cada uno con su propia historia y significado. Además, ha asumido la posesión del Collar Fringe de diamantes, una pieza que forma parte fundamental del patrimonio real. Esta situación ha desencadenado un conflicto en el Palacio, enfrentando a los actuales monarcas, Carlos III y Camilla, con el resto de la familia Windsor.