Quizás los mosquitos no han tenido piedad con Letizia a su llegada a Buenos Aires, pero si algo han destacado los portales especializados en moda de la visita de la reina a Argentina no han sido sus piernas. Sus primeras horas acompañando a Felipe VI y siendo recibidos por el presidente Mauricio Macri y su mujer, Juliana Awada, han sido un acontecimiento en el país sudamericano, y los cronistas ya se han avanzado a diagnosticar que el duelo de estilo en la cena de gala que se ha hecho esta noche tiene una clara vencedora entre todos los presentes, la reina española.
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Los anfitriones ofrecieron una cena en honor del Borbón y la reina donde asistió la flor y nata de la people argentina como la top model Valeria Mazza, los hermanos Pimpinela o la nonagenaria presentadora televisiva Mirtha Legrand, a quien Letizia quería conocer en persona. También estaba Mario Vargas Llosa, sin Isabel Preysler, además de 200 invitados que degustaron el menú en el Centro Cultural Kirchner: entrante de centollo patagónico con crocante de papa, emulsión de berros, palta y granada; un plato principal de trucha de lago con boniatos, butifarras, endibias y uva; y de postres, un suflé de dulce de leche, helado y salsa de vainilla. ¿El colofón? Café con naranjitas y trufas de chocolate.
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Un festín para el que había que estar cuanto más cómodo mejor. Y aunque la cena era de gala, el protocolo no exigía vestir de largo, ir con condecoraciones o tiaras, así que los asistentes han tenido más manga ancha a la hora de escoger look. Y el de Letizia ha dejado a todo el mundo boquiabierto. El vestido rojo España de la primera dama argentina era espectacular, pero el diseño de Carolina Herrera New York azul con dorados florales de la reina no ha tenido rival.
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Quizás, el único ha sido él mismo, porque el vestido, sin mangas y con falda de vuelo, presentaba un pronunciado escote en forma de V que a punto ha estado de causarle una jugarreta a Letizia. Escribe Diez minutos que "su pronunciado escote en más de un momento de la velada, ha estado a punto de darle algún disgusto a la Reina aunque enseguida ha conseguido subsanarlo". No es la primera vez que un escote la hace estar más pendiente de lo normal sobre su vestido.
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No hace mucho escogió, durante un concierto de homenaje a la Constitución, un escote de encaje hasta el ombligo que provocó que la acusaran de quererse parecer a Nicole Kidman u otro durante unos premios que provocó que algunos le recomendaran que "un collar no le hubiera ido mal".