Leonor ya es toda una mujer, nada tiene que ver con la niña que Letizia dejó marchar cuando se fue a Gales y a la formación militar. Desde los 16 años vive alejada de Zarzuela. Agradece esta experiencia porque por un tiempo puede sentirse como una persona totalmente anónima y disfrutar de libertad e intimidad. En los últimos meses ha desobedecido todas las órdenes de su madre. La reina está decepcionada con ella por su comportamiento. En tan solo cuatro meses, los medios de comunicación han hablado de ella y de su gusto por las fiestas. Sale todos los fines de semana de marcha, por ello no quiere ir a Madrid con su madre, allí estaría 24 horas controlada, un infierno.
La princesa salió por Zaragoza el pasado sábado por la noche para celebrar con sus compañeros el fin del segundo cuatrimestre. Se acerca el final del primer año de su formación militar, pronto se despedirá de sus amigos, donde deja algún que otro amigo muy especial, por ello no quiere desperdiciar ninguna oportunidad. Cenaron en un restaurante y después cogieron un taxi para ir a Babia, la nueva discoteca de moda de la capital aragonesa.
Los escoltas evitan que se hable de la presunta nueva pareja de Leonor
En esta ocasión Leonor no fue nada discreta, no quiso utilizar la zona VIP, se quedó en pista con el resto de sus compañeros y otros jóvenes. Entró con gafas de sol, levantando todas las sospechas, pero tardó poco tiempo en quitárselas. Se sintió muy cómoda y tranquila, de hecho estuvo hablando con todo aquel que se le acercaba. Dicen que en las distancias cortas es muy simpática y agradable. Los escoltas estaban presentes por la sala y vigilaban que nadie hiciese fotografías a la princesa. Cualquier plano general de ella lo hacían borrar, sin embargo no decían nada si alguien se hacía unas fotos con sus amigos y de lejos se veía a la hermana de Sofía bailando reguetón.
La escolta de Leonor tuvo mucho trabajo aquella noche. Captó a varios jóvenes que hicieron fotografías a la princesa, especialmente a aquellos que la fotografiaron en la puerta de la discoteca con unos compañeros fumando un cigarrillo electrónico, algo que Letizia desconocía y la ha enfadado muchísimo. Pero la escolta también ayudó a Leonor a verse con su amigo especial a solas.
Cerraron uno de los baños para que Leonor pudiese estar tranquila con su amigo especial sin que ningún joven les fotografiase y se descubriese que podría tener una relación. Estuvieron hablando durante unos 20 minutos. De esta forma no levantaron sospechas, el rostro de la nueva pareja de la princesa, el posible futuro rey, continúa siendo un misterio. Pero sabemos que está enamorada de nuevo.