Los guardias de seguridad de la Casa Real están ocupados debido a la situación actual en el Palacio de Zarzuela. Se ha visto la necesidad de aumentar el presupuesto destinado a la monarquía para garantizar una mayor seguridad mediante la contratación de más escoltas. Tras alcanzar la mayoría de edad, Leonor se ha trasladado a la Academia General Militar de Zaragoza para iniciar su primer año de formación militar obligatoria. En los últimos meses, ha mantenido una agenda muy activa, sin descanso ni siquiera los fines de semana. Suele salir con sus compañeros a los lugares de moda en la capital aragonesa, aunque su identidad y actividades deben mantenerse en secreto, lo que implica una constante vigilancia por parte de los escoltas, quienes deben pasar desapercibidos en todo momento. Hace aproximadamente un mes, fue vista fumando un cigarrillo electrónico a las afueras de una discoteca, lo cual desconocían sus padres y por lo que recibió una reprimenda. Testigos intentaron fotografiarla para compartirlo en redes sociales, pero los escoltas impidieron que esto sucediera, obligando a borrar todas las imágenes. Asimismo, se evitó que se la viera en un estado lamentable a altas horas de la madrugada después de consumir varias bebidas alcohólicas.
Sin embargo, Leonor no es la única miembro de la familia real que ha visto aumentada su protección. Tanto Letizia como Felipe han visto reforzada su seguridad desde que decidieron llevar vidas separadas. En 2012, la pareja real enfrentó una crisis muy polémica, inicialmente atribuida a la situación de la corona en ese momento, marcada por las acciones de Juan Carlos y el escándalo del caso Nóos. Sin embargo, se reveló posteriormente que la causa real era una infidelidad, el mayor secreto de Zarzuela, revelado recientemente como parte de una campaña de desprestigio contra la monarquía para reafirmar el papel de Letizia dentro de la institución. Esta revelación desplazó la atención hacia la reina, dejando al rey en un segundo plano.
Felipe se marcha todos los fines de semana a la casa de Álvaro Fuster
Aunque la pareja real no se divorció, optaron por dejar de convivir, siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía. A pesar de vivir en casas separadas desde hace algún tiempo, la situación se volvió insostenible para Letizia. Mientras tanto, Felipe continúa con su vida social, saliendo con frecuencia, especialmente los fines de semana, e incluso algunas noches entre semana si no hay compromisos institucionales. Ha sido visto con una rica heredera, cuya identidad aún no se ha revelado, gracias a la eficacia de los escoltas en proteger su privacidad y evitar cualquier filtración.
Cuando Felipe se desplaza, lo hace acompañado de varios vehículos con escoltas, que lo siguen de cerca incluso cuando conduce. Pasan horas estacionados afuera de la casa de su amigo Álvaro Fuster, en Pozuelo de Alarcón, donde se encuentra en secreto con esta mujer.
Para que Letizia no se entere absolutamente de nada, los escoltas de Casa Real han puesto un nombre clave a la amiga especial de Felipe. Igual que en su día llamaron a la reina ‘Alpha’, la primera letra del alfabeto griego, a está última le han designado la última letra del alfabeto, Omega. No se sabe nada más de ella, solo que es una rica heredera de Madrid.