La infanta Sofía anhelaba vivir la misma experiencia que su hermana. Durante los últimos dos años, Leonor compartía innumerables anécdotas que despertaban cierta envidia en ella. En Zarzuela, su vida está altamente supervisada por Letizia y expuesta debido a su papel como infanta y princesa. Por este motivo, Gales se presentaba como la oportunidad de ser completamente anónima. La infanta se matriculó en el UWC Atlantic College de Gales el 27 de agosto pasado, marcando su primera experiencia sin la presencia de sus padres o su hermana. Durante dos años, cursará el bachillerato internacional, un programa académico que le permitirá acceder a cualquier carrera sin someterse a pruebas de acceso ni a notas de corte.
A pesar de no ser la única estudiante española este año, la infanta ya ha formado un grupo de amigos. Aunque su dominio del inglés es excelente, prácticamente nativo, Sofía es reconocida por su dedicación académica, posiblemente incluso más que su hermana. Ha superado con éxito todas las pruebas de ingreso al prestigioso internado. Fuentes cercanas a Zarzuela revelan su gran entusiasmo y satisfacción, señalando que se divierte mucho. Dado el alto costo del internado, se encuentra rodeada solo de individuos pertenecientes a las clases sociales más acomodadas.
Las fiestas de los estudiantes del internado de Gales hartan a los vecinos de la zona
El renombrado internado se ubica en las proximidades de Sant Donat's. Aunque no están directamente adyacentes debido al extenso terreno del colegio, los alumnos ocasionalmente salen hacia el pueblo, generando molestias entre los residentes de St. Donat’s. Este pequeño pueblo en el idílico valle de Glamorgan cuenta con apenas medio millar de habitantes y una vida tranquila, similar a otros pueblos británicos de su tipo. Sin embargo, la mala fortuna hizo que su castillo fuera destinado para estudiantes.
La población es conocida principalmente por el famoso castillo que sirve como internado. Los habitantes de St. Donat's expresan su descontento ante el comportamiento de algunos estudiantes, especialmente por las "juergas de los niños pijos". Especialmente durante los fines de semana, cuando los alumnos cuentan con más libertad, organizan fiestas ruidosas en los alrededores del pueblo o en el pub local, llegando incluso a agotar el suministro de alcohol en algunas ocasiones. Los vecinos, hartos de estas situaciones, han manifestado sus quejas a través del periódico británico 'The Sun' y exigen medidas serias por parte de la institución.