Leonor hace 5 meses que navega pero es Zarzuela la que navega con la educación castrense de la princesa: dedicar 3 años a hacer al soldado y dar más importancia a las condecoraciones del Ejército que en los títulos universitarios es un tiro en el pie que pocos imaginaban que Zarzuela dispararía. No hay ningún ciudadano normal que prefiera a un jefe de Estado con formación militar que con formación civil de Ética, leyes o relaciones internacionales. El drama es que la suplente, Sofía, estará mejor preparada para reinar que la heredera, Leonor, porque la infanta ingresará en la Universidad este septiembre, cuando Leonor todavía le quedará otro año al Ejército del Aire. Como si uno reina tuviera que pilotar cazas contra una invasión extraterrestre. Zarzuela vive en la peli Independence day. O Mares attacks. Leonor tiene a favor que no está haciendo un mal papel pero ya no cuela el spot publicitario que la princesa es "una más". Incluso la revista ultramonárquica Hola ya habla abiertamente de los privilegios de Leonor, las cuatro diferencias con el resto de guardamarinas a bordo del Elcano.

Bajo el título Leonor de Borbón: laso 4 grandes diferencias cono sus compañeros de 'Elcano' la revista esconde la cruda realidad: Leonor no tiene las mismas cargas que el resto de guardamarinas: "La princesa de Asturias es una más a bordo del buque escuela, pero todo cambia en cuanto pone un pie en puerto: las cámaras la siguen, las autoridades la reciben y sus condecoraciones tienen que lucir perfectas sobre el uniforme, mientras se despliega el dispositivo de seguridad". La Marina solo admite privilegios fuera del barco pero no dentro, donde se supone que la princesa no tiene escolta sino que la esperan en cada puerto, mientras un barco de seguridad sigue el velero Elcano para evitar que pueda ser abordado. Cuando desembarca a cada escala, desde que dejó España ha hecho siete y quedan dos, los privilegios son estos cuatro: escoltas, autoridades, condecoraciones y atención mediática.


Leonor es el único de los guardamarinas que luce cosido en la camisa blanca, sobre el bolsillo izquierdo en el pecho, la máxima distinción civil que puede recibir a una persona en España y que la princesa tiene desde que hizo 18 años: la insignia del collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. También lleva|trae la gran cruz del Mérito Militar por haberse licenciado al Ejército de Tierra y la Grande Cruz de la Orden de Cristo que recibió del jefe de Estado portugués en su primera visita de Estado como heredera. Por suerte no es chatarra sino de tela. Cuando desembarca es una representante del Estado y como tal es recibida por las autoridades del país. Y quedan los escoltas en que según la revista no viajan a bordo sino que van en avión de escala en escala para esperarla a puerto. No son los más afilados del estuche: nunca se habían filtrado tantas fotos de la vida privada de la princesa: con novio de Carnaval, en bikini en la playa, de compras en un centro comercial o la más delicada, bebiendo alcohol en un pub chileno. Muchos privilegios pero inservibles. Es una chica de 19 años y se comporta como tal.