Pedro Sánchez se enfrenta a miles de ciudadanos que piden su dimisión, pero también a autoridades de España como la familia real. Felipe VI y Letizia no pueden pronunciarse respecto a ningún partido político, aunque en privado puedan tener sus preferencias. Siempre han mostrado una cordial relación con el presidente del gobierno y su mujer. Sin embargo, desde la catástrofe de la DANA en Valencia, la relación entre ambas partes se resquebrajó. El político no perdona que le dejasen solo ante el peligro en el aquel fatídico día que dictaminó su carrera en Moncloa.
El líder del PSOE acudió en compañía de los monarcas y del presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, a las zonas afectadas por la DANA, a escasos días de las intensas lluvias. Los cuatro recibieron fuertes abucheos, incluso sortearon piedras y palos que les lanzaban. Pedro Sánchez y Carlos Mazón huyeron a los coches oficiales para alejarse de la zona. Todos sabían que no fue buena idea personarse allí con la polémica en el momento más candente, pero Felipe VI y Letizia se quedaron allí a pesar de las consecuencias. Los valencianos agradecieron que los reyes les escucharan y se quedasen. Algunos les dejaron claro que no era por ellos.
Desde entonces Casa Real se ha comprometido con Valencia, y aunque haya pasado ya un año de la catástrofe continúan pendientes de los valencianos. Han dejado a Pedro Sánchez por los suelos. El político no ha vuelto a preocuparse públicamente del pueblo valenciano. El presidente del Gobierno habló seriamente con la familia real y le hizo saber su malestar sobre este asunto.
Tensión entre los reyes y Pedro Sánchez en el desfile de las Fuerzas Armadas
Muchas personas están en contra de Pedro Sánchez. A su llegada recibió fuertes pitidos y abucheos. Cuando puso un pie en la Tribuna se podían oír desde el Paseo del Prado gritos que decían “fuera”. El presidente saludó, visiblemente incómodo, a la ministra de Defensa, Margarita Robles; al alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida; y a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.
El momento más tenso se vivió cuando saludó a los monarcas. Felipe VI obedeció el protocolo, mientras que Letizia solo le dedicó tres palabras. Mas allá del saludo, en esta ocasión no hubo ni una conversación, ni un gesto de complicidad. Según ha podido saber ESdiario, las miradas de la Reina hacia Sánchez no pasaron desapercibidas: firmes, distantes y, sobre todo, cargadas de significado.
Incluso Letizia se vistió de verde para la ocasión con un claro mensaje a Moncloa. “La Reina Letizia va de verde en un claro guiño a su familia, a sus hijas, al Rey, en unos momentos que la Monarquía…” y reculaba: “Y no es que la Monarquía necesite ahora respaldo…”, explicaban en ‘D CORAZÓN’.
V.E.R.D.E son las siglas de ‘Viva el Rey de España'.
