La relación entre Felipe y Letizia atraviesa un periodo crítico, tal como lo sugieren los últimos acontecimientos y la creciente especulación de la prensa sobre un inminente divorcio. Las apariciones públicas de la pareja real en los meses recientes han estado marcadas por una notable falta de cercanía y complicidad. Un ejemplo de esto fue su comportamiento durante el tributo a las víctimas del incendio en Valencia, donde su llegada por separado y la visible incomodidad al estar juntos no pasaron desapercibidos. Además, llamó la atención que, aunque la reina acompañó a su esposo al velorio de Fernando Gómez-Acebo, no asistió al funeral, un hecho que ha generado comentarios. La comunicación con el resto de la familia Borbón parece ser inexistente.
El matrimonio ya enfrentó una severa crisis en 2012, inicialmente atribuida a los escándalos que sacudieron a la monarquía, incluyendo las acciones de Juan Carlos y el caso Nóos, que tuvo como consecuencia la condena de Iñaki Urdangarin y la imputación de la infanta Cristina. Sin embargo, según revelaciones de Jaime del Burgo, quien ha roto su silencio después de una década, el verdadero motivo fue la infidelidad de Letizia con él durante varios años, descubierta a finales de 2012. Esta traición dejó a Felipe profundamente desilusionado y reacio a perdonar la mentira, lo que ha impedido cualquier reconciliación.
La pareja estuvo al borde del divorcio, pero dadas las convenciones de la monarquía, optaron por una solución similar a la adoptada por Juan Carlos y Sofía, consistente en cesar la convivencia sin separarse oficialmente. De cara al público, mantienen una fachada de normalidad, pero en la privacidad de Zarzuela, llevan vidas separadas, incluso evitándose en los pasillos y comiendo en horarios distintos. Felipe pasa mucho tiempo con su madre, mientras que Letizia prefiere quedarse en su habitación o despacho.
Con las princesas Leonor y Sofía ya mayores y viviendo fuera de casa, Felipe y Letizia ya no necesitan ocultar la realidad de su relación a sus hijas. Hace unos meses, Felipe reveló la situación a Leonor y Sofía, admitiendo que, aunque ya no se aman, siguen unidos por la corona y por ellas.
Felipe y Letizia podrían divorciarse en 2025 con la mayoría de edad de la infanta Sofía
En 2013, se preparó un comunicado sobre el cese de la convivencia de la pareja real, que nunca se publicó, eclipsado por el caso Nóos. Este documento podría salir a la luz entre 2024 y 2025. Pilar Eyre sugiere que el anuncio del divorcio podría esperar hasta que la infanta Sofía alcance la mayoría de edad, siguiendo el precedente de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina.
Eyre reflexiona sobre la falta de esfuerzo por parte de la pareja para siquiera aparentar una buena relación, indicando que el matrimonio prácticamente ya no existe. La pregunta que queda es si seguirán el camino de Juan Carlos y Sofía, manteniéndose juntos solo en apariencia, o si tomarán caminos separados, lo cual sería más coherente con los tiempos actuales.
Ante la disyuntiva, Letizia podría elegir entre formalizar el divorcio o continuar con la actual situación de separación no oficial. De cualquier manera, según los acuerdos prenupciales, tendría derecho a dos propiedades, una para el invierno y otra para el verano, con personal incluido, además de un sueldo vitalicio y una importante suma monetaria a cambio de su silencio, condiciones que subrayan la gravedad y complejidad de su situación matrimonial.