Pocos lo saben, pero el fracaso del matrimonio de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover se le atribuyen a diversos motivos, pero el principal fueron las fuertes pérdidas que ambos sufrieron a lo largo de su vida. En el caso de Carolina, los accidentes que segaron la vida primero de su madre y después de su esposo. Mientras que para Ernesto, fue la trágica y violenta desaparición de su hermano menor, Ludwig Rudolph, la que marcó para siempre e inició una larga saga de batallas judiciales. 

¿Quién fue Ludwig Rudolp? 

Tal como recuerda 'Mujer Hoy' en su sitio web, el príncipe Ludwig Rudolph Georg Wilhelm Philipp Friedrich Wolrad Maximilian de Hannover era el protegido de Ernesto. El pequeño de los hermanos Hannover estudió derecho y se formó para ser banquero, pero fue en Los Angeles donde realmente encontró su vocación como productor musical. Desafortunadamente, la industria le puso más que música en el camino. También le dio acceso al mundo de las drogas. Al pasar los años, específicamente en 1987, parece que el príncipe Ludwig encontró el amor en una joven condesa llamada Isabelle de Thurn y Valsassina-Como-Vercelli. Ambos fueron los protagonistas de la boda del año que contó con 700 invitados, un vestido inmaculado y nombres ilustres aplaudiendo a su paso. Posteriormente, tras contraer nupcias, la pareja se instaló en una villa en Gmunden, Austria. Poco después, aproximadamente un año más tarde, nació su primer hijo, el príncipe Otto, pero la alegría no duró demasiado. 

¿Qué ocurrió con el hermano de Ernesto de Hannover?  

El 28 de noviembre de 1988, en la propia villa austriaca, Isabelle fue la primera en morir, al parecer, de una sobredosis. De acuerdo con el relato de Der Spiegel de la época, se afirman que ambos, tanto Ludwig de Hannover como la princesa Isabelle eran grandes consumidores tanto de heroína como de cocaína. En ese sentido, el forense al cargo de la autopsia, Johann Haberl, detalló en su informe que los dos mostraban “numerosos pinchazos en el hueco del brazo” y que la princesa había fallecido tras una sobredosis de cocaína que la hizo desmayarse y, después, ahogarse. 

Por su parte, Ludwig no falleció por el mismo motivo. La reconstrucción de los hechos reveló que él encontró a su mujer muerta horas después de la sobredosis, cuando ya no podía hacer nada por ella. Aún así, llamó a los servicios de emergencia para avisar de que Isabelle había tomado drogas la noche anterior y que no respiraba, recoge el citado medio. Tras ello, llamó a su hermano Ernesto para pedirle que cuidara de su bebé que en aquel momento tenía de nueve meses. Por último, se fue al pabellón de caza y se suicidó de un disparo. El príncipe intentó cumplir la promesa que le había hecho a su hermano. Tras la muerte de la pareja, los abuelos maternos fueron a juicio dispuestos de hacerse cargo del niño, y ganaron la custodia, lo que resultó una doble pérdida para Ernesto. Eso posteriormente resultó en una gran adicción a las drogas y al alcohol, que también contribuyeron a su divorcio con Carolina.