Es innegable que hay muchas personas en el mundo que se parecen a sus padres en carácter y hasta en gustos, y Carlota Casiraghi es el vivo ejemplo de esto. La joven princesa siempre ha estado en las miras de todo el mundo porque han esperado que sea como su madre. Esto es algo que se podría esperar, ya que Carolina de Mónaco es muy parecida a su madre, Grace Kelly, y se podría decir que continuó con su legado, aunque esto es algo que no seguirá Carlota Casiraghi. 

La sobrina del príncipe Alberto II tiene claras sus prioridades, y bien sabe que sus metas no son las mismas que las que tuvo su madre en un momento. Y es que no busca en absoluto el glamour o la fama que pueden darle los medios, y aunque tiene todas las herramientas para ser de las más famosas de su familia, lo cierto es que decide mantenerse en el anonimato siempre que sea posible. Algunos medios de Mónaco le han llamado “intelectual” por preferir quedarse en su casa con un libro en la mano que salir a fiestas, tal y como lo hacía la princesa Carolina de Mónaco. 

Gustos muy distintos, Carlota Casiraghi no quiere ser igual que su madre

En la realeza se aprecia mucho todo el tema relacionado a la herencia, y es que los hijos tienen que heredar casi todo de sus padres, y en algunos casos también se pide que hereden la personalidad. Esto es lo que muchos pensaron que sucedería con Carolina de Mónaco y su hija, ya que pensaron que Carlota Casiraghi sería igual que glamourosa en público que su madre, es decir, que le gustara ir a fiestas, eventos y todo tipo de reuniones reales en dónde pudiera imponer su estilo, pero al final no ha sido así. La hija de Carolina de Mónaco ha preferido ir por otro camino, pese a que cada vez que sale delante de las cámaras puede llamar la atención sin ningún problema. No es tan fanática de las fiestas y mucho menos de los eventos, aunque siempre se le puede ver en alguno ya que son muy pocos a los que asiste. 

Madre e hija han compartido una vida amorosa muy movida

Algo que sí debemos destacar de ambas princesas es que, pese a que Carlota Casiraghi ha decidido tener una vida distinta a su madre y cortar lazos con ella de esta forma, las dos han tenido una vida llena de amantes, que han ido cambiado por distintos problemas, aunque muchos dicen que esto es realmente una maldición.