Camilla Parker Bowles, la actual esposa del rey Carlos III y reina consorte de Inglaterra, ha estado enfrentando serios problemas con el alcohol. A sus 76 años, los médicos le han aconsejado alejarse por completo de las bebidas alcohólicas, una recomendación que ha sido difícil de seguir para la reina. Contrario a la creencia popular de que su bebida favorita era un gin tonic, se ha revelado que la predilección de la reina Camilla es una copa de vino tinto. Esta preferencia no es sorprendente, considerando que creció cerca del negocio del vino “Mi padre estaba en el negocio del vino, así que cuando éramos niños solíamos tomar vino y agua y lo he bebido desde entonces”, reveló Camilla.

En una ocasión, durante el 50 aniversario de la Asociación de Viñedos del Reino Unido, expresó su amor por una copa de clarete, compartiendo recuerdos de su infancia donde el vino era una presencia constante en su hogar. “La gente siempre me pregunta cómo llegué a involucrarme en todo esto, bueno, primero que nada, me encanta el vino, pero segundo, mi padre estaba en el negocio del vino, así que de niña me crié bebiendo vino y agua como los franceses", aseguró la monarca.

Problemas en el Palacio: la conducta problemática de la reina debido al consumo de alcohol

Sin embargo, esta pasión por el vino y otras bebidas alcohólicas ha generado problemas en la Casa Real británica. Una fuente cercana al Palacio reveló a ‘National Enquirer’ que después de consumir alcohol, la reina Camilla se volvía difícil de tratar, imponiendo su voluntad sin discusión. Ante esta situación, el príncipe Guillermo, preocupado por el futuro de la monarquía, instó a su padre, el rey Carlos III, a abordar el problema.

Como respuesta, el soberano británico decidió enviar a Camilla a Soukya, un reconocido centro de salud holística en Bangalore, India, por un período de diez días, con la esperanza de que dejara de consumir alcohol. Esta no es la primera vez que Parker Bowles ha recurrido a este centro para tratar sus problemas con el alcohol, habiendo realizado ocho visitas desde 2010, aunque oficialmente fueron presentadas como terapias de rejuvenecimiento. El motivo detrás de estas visitas, según fuentes cercanas, ha sido la desintoxicación del alcohol. A pesar de los esfuerzos por mantenerse sobria durante períodos prolongados, la madrastra de Guillermo y Harry ha luchado por dejar de lado su pasión por el vino. Esta situación preocupa no solo por la imagen pública de la Casa Real, sino también por la salud de la propia reina.

El futuro de la monarquía en juego: incertidumbre sobre el liderazgo de Camilla

Con 76 años y siendo la máxima representación de la Corona en ausencia de su esposo, el rey Carlos III, debido a un diagnóstico de cáncer, y con Kate Middleton también enfrentando la misma enfermedad, los médicos han recomendado encarecidamente a Camilla Parker Bowles que renuncie al alcohol. Sin embargo, hasta el momento, ha encontrado difícil seguir este consejo, y las copas de vino continúan siendo una constante en su día a día. La incertidumbre sobre su capacidad para superar esta adicción plantea interrogantes sobre el futuro de la monarquía británica bajo su liderazgo.