El Doctor Jorge Pérez-Calvo (Barcelona, 1959), licenciado en Medicina y Cirugía y, entre muchas otras cosas, especialista en naturopatía, nutrición energética, medicina tradicional china y acupuntura, nos explica como podemos mejorar nuestro bienestar físico, mental y emocional a través de la alimentación. Alerta de que comer mucha carne y frituras puede provocar ansiedad, agresividad y mal humor. En cambio, si nos pasamos de la raya con el azúcar, los lácticos o los zumos de fruta podemos estar tristes, cansados y podemos tener más miedo a todo. No te pierdas otros consejos que nos da en esta entrevista el Dr. Pérez-Calvo, referencia mundial en nutrición energética.

¿Cuál es la dieta más adecuada en esta época del año?
Durante la primavera siempre sufrimos una bajada de energía. Estos días, empieza a hacer mucho calor y ya es conveniente combinar la alimentación energética con una refrescante. Recomiendo, por ejemplo, combinar un arroz integral, quinoa, maíz no transgénico, mijo o copos de avena con vegetales de temporada cocinados de manera ligera al vapor, escaldados o al wok. Aunque ya estamos a finales de mayo, todavía podemos comer bróculi, alcachofas, espárragos, apio o espinacas. Son verduras refrescantes que no se tienen que cocer mucho para que no pierdan propiedades. También es muy importante comer legumbres porque tienen un efecto muy nutritivo, renuevan fluidos y refrescan.

¿No nos engordará esta alimentación energética que nos recomiendas?
Los cereales integrales en grano bien cocinados (cuándo quedan sueltos) aportan mucha energía pero no provocan sobrepeso. ¡De hecho, al contrario! Si estáis gordos, os ayudarán a perder kilos y, si en cambio, estáis demasiado delgados, os ayudarán a engordaros.

En tu último libro "Comer, sentir... ¡Vivir"! explicas como podemos mejorar nuestro bienestar físico, mental y emocional a través de la alimentación. Danos cuatro consejos básicos...
Aumentad el consumo de cereales en grano, legumbres, vegetales ecológicos de temporada y pescado blanco salvaje como la lubina, la pescadilla o la sepia. Los peces siempre es mejor que sean pequeños y de boca pequeña porque nos garantiza que son menos depredadores y que habrán acumulado menos metales. También recomiendo comida pequeñas cantidades de semillas de sésamo, girasol, calabaza, chía y frutos secos. No os olvidéis tampoco de comer fruta de temporada pero nunca durante o después de las comidas. También es importante comer algas porque tienen muchos nutrientes y os ayudarán a arreglar la deficiencia nutricional que llevamos acumulando durante años debido al empobrecimiento de los cultivos intensivos y de la industria alimenticia. No os olvidéis tampoco de comer aceite de oliva, especialmente de arbequina.

Comer mucha carne y frituras puede provocar ansiedad, agresividad y mal humor

Clasificas los alimentos en dos grupos, fríos y calientes...
Hay muchas maneras de clasificarlos y una de las que funcionan mejor es hacerlo en fríos y calientes. Los alimentos calientes son los que aumentan el calor interno del cuerpo y el metabolismo celular. Son calientes la mayoría de alimentos picantes como la pimienta, el chili o la cayena. También son calientes el ajo, las carnes (sobre todo el pollo), las frituras, el alcohol, el café, las nueces y las avellanas. Todos estos alimentos calientan mucho el hígado. Este calor sube hacia la zona cardiaca y nos puede provocar una incomodidad que suele desencadenar ansiedad, agresividad y mal humor.

Consumir un exceso de azúcar, lácticos, hortalizas crudas y zumos de fruta puede provocar cansancio e, incluso, tendencia a la depresión

¿Cuáles son los alimentos fríos?
El azúcar, los lácticos, la mayoría de hortalizas crudas, los zumos de fruta... Según la medicina tradicional china, el almacén de la energía vital de nuestro cuerpo es la zona intestinal. Si enfriamos esta zona no se podrán llevar a cabo las funciones digestivas y bajará nuestra vitalidad. Por lo tanto, consumir alimentos fríos impide que podamos absorber nutrientes, nos descarga la batería del cuerpo y puede provocar deficiencia intestinal, cansancio, astenia e, incluso, tendencia a la depresión. ¡De entrada, nos sentimos más tristes, derrotados y tenemos más miedo de todo!

¿Entonces, qué tenemos que comer? ¿Hay alimentos neutros, que no sean ni fríos ni calientes?
Sí y efectivamente lo ideal es comer alimentos neutros, tibios o frescos. En invierno, comemos productos tibios y neutros, y en verano, alimentos neutros y frescos. Los alimentos neutros son los cereales integrales, arroz, mijo, quinoa, avena... Las legumbres son alimentos neutros ligeramente frescos. Las lentejas, por ejemplo, son casi neutras. La mayoría de verduras son alimentos frescos pero también las hay de tibias como la cebolla, la zanahoria, la calabaza o el ajo puerro.

Para ir bien, sin embargo, se tiene que comer de todo...
Si sólo coméis alimentos tibios, frescos y neutros no tendréis ningún problema. El pescado, por ejemplo, también es neutro. En cualquier caso, ahora ya sabéis que si os sentís muy cansados, tenéis que comer menos alimentos fríos.

Jorge Pérez-Calvo

Para evitar el insomnio comed sandía, fresas, alcachofas o espárragos

¿Qué alimentos recomiendas para evitar el insomnio?
Muchas veces el insomnio está provocado por el exceso de calor en órganos internos que acaban acumulando mucho calor en el corazón. Según la medicina tradicional china, cuándo se calientan el hígado o el estómago, este calor llega hasta el corazón y si el corazón sufre un exceso de energía o calor tenemos problemas para dormir. Es muy importante que esté fresquito para poder dormir bien. La mayoría de los hipnóticos y las hierbas que nos ayudan a dormir como la valeriana o la pasiflora tienen un efecto refrescante. Todo eso ayuda a refrescar el corazón y nos permite dormir. Sabed, sin embargo, que también conseguiréis refrescar el corazón y, por lo tanto, dormiréis bien si coméis sandía, fresas, tomate muy maduro y dulce, alcachofas, espárragos, legumbres rojas, sésamo...

El ajo, la cebolla cruda, las especias picantes y el pollo pueden facilitar el insomnio

Por lo tanto, lo peor que podemos hacer si queremos dormir bien es comer alimentos energéticamente calientes...
¡Exacto! Evitad abusar de alimentos calientes o tibios como el ajo, la cebolla cruda, las especias picantes, el alcohol y la carne (sobre todo el pollo). Pensad que hay personas con un calor interno excesivo a las que una sola copa de vino les provoca insomnio.

En tu libro, también explicas que, según la medicina tradicional china, en función de la hora a la que sufrimos el insomnio, podemos saber cuál es el órgano afectado y, a partir de aquí, qué alimentos nos pueden ayudar...
Si sufrimos el insomnio entre las 11 de la noche y las 3 de la madrugada (hora solar), quiere decir que tenemos un exceso de calor en el hígado que puede ser provocado porque estamos enfadados, tenemos una fuerte preocupación, por una frustración o por un exceso de alimentos calientes. Si el motivo es uno de estos, recomiendo zumos verdes de cebada, melaza de cebada, albahaca o tomar zumo de uva roja. Si el exceso de calor en el hígado está provocado por un uso excesivo de pantallas de móviles, tablets o portátiles, recomiendo aceite de onagra, bayas rojas dulces o también zumo verde de cebada. Y si tenemos el calor en el hígado por una pérdida de sangre, lo mejor es tomar espirulina, pescado como el salmón salvaje, cerezas, arroz rojo, quinoa o lentejas.

¿Y si sufrimos insomnio más entrada la madrugada?
Cuando nos despertamos entre las 3 y las 6 de la madrugada (hora solar), quiere decir que tenemos un exceso de calor en el pulmón. Puede ser provocado por estrés, emotividad contenida, por un exceso de especias picantes, frituras, carne, alcohol, café, tomillo, porque hemos hablado demasiado durante el día o por un exceso de ejercicio físico. En este caso, para calmar el pulmón, os irá muy bien tofu, menta, zumo de pera, col blanca, infusiones de manzanilla, espárragos, alcachofas, regaliz, leche de arroz, almendras, aceite de onagra o también zumo verde de cebada.

Un exceso de fruta, azúcar, miel, pan blanco o bollería puede provocar cambios de humor muy bruscos e, incluso, tendencia a la depresión

Más cosas... Nos alertas de que un consumo excesivo de dulces provoca cambios de humor!
Sí, alerta con el azúcar, la miel, carbohidratos simples como el pan blanco, semiblancos o semiintegrales, la bollería, chocolate, refrescos, dátiles, higos secos, fruta (sobre todo en forma de zumos) o edulcorantes químicos como la sacarina. Un consumo excesivo de todo eso puede provocar cambios de humor y, a la larga, favorecer la depresión.

¿Por qué pasa eso?
En un primer momento, el consumo excesivo de estos alimentos provoca una fuerte subida de azúcar que nos hace ser muy optimistas y ver la vida de color de rosa. Al cabo de un rato, sin embargo, el cuerpo reacciona produciendo insulina y tenemos una bajada de azúcar que nos puede causar ansiedad, angustia, palpitaciones, falta de concentración, cansancio... Muchas personas abusan de los dulces porque poco después de comérselos se encuentran fantásticamente bien. Sin embargo, al cabo de poco rato llega la bajada.

El arroz, el pan integral, el mijo, la avena y la quinoa, quitan las ganas de comer azúcar

¿Cómo podemos conseguir que no nos apetezca tan el azúcar?
Si comes carbohidratos complejos como el pan integral, el arroz, el mijo o la avena irás bien servido de hidratos de carbono y no te apetecerá comer azúcar. Pensad, también, que podéis endulzar vuestra dieta con estevia, melaza de cebada, arroz o quinoa. También va muy bien el regaliz aunque, en este caso, no se aconseja comer más de dos o tres veces a la semana porque puede aumentar la presión arterial. Para conseguir que no os apetezca comer azúcar, también os recomiendo no abusar de la sal ni de la carne.

La falta de energía en los riñones y suprarenales puede provocar timidez, inseguridad, falta de autoestima y que tengamos más miedo

¡Atención, también, cuándo nos falta energía en los riñones!
Una de las causas es consumir demasiados alimentos fríos como el azúcar, refrescos y lácticos pero también abusar de algunas solanáceas como la berenjena, el pimiento o la patata. ¡Cuidado con todo lo que enfría y desmineraliza! Si nos pasamos de la raya, los riñones no estarán en un buen estado energético y puede provocar timidez, inseguridad, falta de autoestima y tener más miedos. Por cierto, si coméis mucha carne también es probable que tengáis más miedo. Eso pasa porque los animales, cuando son sacrificados, pasan un estrés brutal y segregan muchas hormonas del miedo que nos acabamos comiendo nosotros.

¿Qué tenemos que comer para que los riñones tengan bastante energía?
Sepia, salmón salvaje, bacalao, mijo, quinoa, arroz salvaje, zanahoria, cebolla y nueces. También recomiendo aquellas legumbres pequeñas que justamente tienen forma de riñón como las judías del ganxet.

El estrés puede favorecer la aparición de enfermedades de cualquier tipo

¿Un disgusto o sufrir demasiado por todo nos puede hacer enfermar?
El estrés emocional y físico nos hacen producir más cortisol que es la hormona del estrés y, cuando tenemos en exceso, el sistema nervioso no funciona bien. El cortisol está diseñado por la huida, por el ataque o para soportar cualquier situación de estrés. El cerebro, sin embargo, no funciona cuando hay exceso de cortisol con lo cual nuestros recursos mentales se ven dramáticamente disminuidos cuando sufrimos un estrés continuado. Eso nos limita mucho la capacidad para afrontar el día a día. A la larga, este deterioro progresivo, puede debilitar la immunidad y nuestros órganos, y favorecer la aparición de enfermedades de cualquier tipo. Por lo tanto, el estrés genera un terreno que nos predispone a sufrir enfermedades.