Una chica de solamente 18 años ha roto los esquemas del programa Afghan Star, que se emite desde el año 2005, y también muchas barreras del país al clasificarse para la final de este talent show.

Es la primera vez que una mujer llega a la final de un concurso de estas características en Afganistán. Un dato que todavía tiene más relevancia si se tiene en cuenta la condición de inferioridad que tienen las mujeres del país y que los talibanes, años atrás, prohibieron la música y cualquier "comportamiento occidental".

A pesar del miedo a que sienten sus familiares cada vez que sube sobre un escenario, la pasión por cantar de Zuala Hashimi va más allá de intimidaciones y de restricciones culturales: "He demostrado a la gente que una mujer también puede hacerlo. Pido a todas las mujeres que se esfuercen por llegar a este mismo punto", declara la finalista.

Que esta joven cantante haya llegado a la final ha generado tan alboroto, que como medida de precaución se ha decidido que el último programa sea grabado -todos los anteriores han sido en directo-, para evitar cualquier ataque o atentado.

Para hacernos una idea de cómo es la situación, Hashimi es una de las sólo dos mujeres que se han presentado en la edición de este año de un programa que ha contado con 300 participantes.

El plató de televisión donde se lleva a cabo el programa cuenta con paredes a prueba de explosivos y un amplio dispositivo de seguridad armado con kalashnikov. Unas condiciones que a día de hoy nos pueden sorprender, pero que son el pan de cada día de algunos lugares lejos de donde nos encontramos.