La serie recién estrenada Stranger Things 2 ha subido la apuesta del fenómeno de masas en el que se convirtió su primera temporada en 2016. Narcos, Ozark, Orange is the New Black y The Defenders son otras producciones que también han puesto el listón del streaming en lo más alto. Netflix, la creadora de estas series, ha sido capaz de crear una marca propia en cuanto a contenidos, y se ha convertido en una productora que ha creado escuela.

Tras ella se sitúa HBO, con Juego de Tronos como estandarte de su extenso catálogo de series originales y de terceros. Las producciones de sello propio se han convertido en el motor de las nuevas plataformas online, que han conseguido captar a millones de usuarios en todo el mundo y poner en jaque a la televisión convencional. En este aspecto, incluso empresas que no están vinculadas de forma directa con el sector audiovisual han decidido unirse a la carrera por conquistar al nuevo consumidor digital.

Amazon, dedicada al comercio electrónico, lanzó internacionalmente su servicio Prime Video en diciembre de 2016. La compañía decidió nutrirse de contenidos originales para hacer frente a sus rivales con series como Transparent, Mozart in the Jungle, The Man in the High Castle y Hand of God. Para estar a la altura, la empresa estadounidense invertirá este año 4.500 millones de dólares en contenido audiovisual, según la firma de análisis JP Morgan.

Por su parte, Apple no se quiso quedar atrás en esta ola del streaming. La compañía de Cupertino decidió seguir los pasos de Netflix y lanzarse a la producción de una plataforma propia, así como de series y películas. En 2017, la empresa tecnológica invertirá más de 1.000 millones de dólares con ese propósito.

Apple se ha propuesto crear un catálogo de 10 series de televisión y programas a lo largo del año y tiene previsto mover su división de contenidos a Culver Studios, en Hollywood. En un inicio, la empresa estadounidense planea emitir un remake de la serie de ciencia ficción Amazing Stories del director Steven Spielberg para dar el pistoletazo de salida de su negocio audiovisual.

Alianza Huawei/Atresmedia

Otra empresa tecnológica que ha decidido diversificar su negocio hacia el streaming ha sido Huawei. El fabricante chino de smartphones firmó la semana pasada un acuerdo con Atresmedia para trabajar en el lanzamiento de una nueva plataforma al estilo Netflix. Este servicio se llamará Huawei Vídeo y sólo podrá visualizarse por el momento a través de los teléfonos móviles de la marca. El objetivo de la compañía asiática es que el servicio se estrene en el primer trimestre de 2018 en España e Italia.

Dentro de la lista de empresas que se inspiran en Netflix para crear su propia plataforma de series y películas también se sitúa Verizon. El grupo de telecomunicaciones también trabaja en el lanzamiento de una plataforma de contenidos digitales para la primavera de 2018. La compañía tiene 4,7 millones de suscriptores de su servicio tradicional de televisión de pago en Estados Unidos. La aparición de Netflix y HBO le ha dejado estancado y, para plantar cara a esta nueva competencia, la empresa estadounidense apostará por invertir en la creación de su propio servicio online.

BBVA se sube al carro

Un actor curioso en este nuevo terreno digital es BBVA. La entidad bancaria también ha decidido apostar por servicios que vayan más allá de las finanzas. La estrategia del grupo pasa por convertirse en una plataforma diversa que incluya entretenimiento. Francisco González, presidente de BBVA, aseguró en el Open Summit de Madrid que el banco se encuentra en un proceso de transformación digital con el que pretende mantener el pulso a Netflix en el segmento de los contenidos audiovisuales.

Y es que las plataformas de streaming se han convertido en los principales canales de ocio de millones de personas, algo que todas las compañías han identificado como un campo en el que sembrar sus propios proyectos. Además, las oportunidades son completamente diferentes a años atrás: mientras que antes parecía impensable que los usuarios estuvieran dispuestos a gastar dinero por ver series o escuchar música a través de internet, hoy en día es común estar suscrito a ciertos servicios digitales.