El roaming se terminará en la Unión Europea tal y como lo conocemos a partir del próximo 15 de junio. Los operadores europeos no podrán cobrar a sus clientes por el servicio de itinerancia que permite enviar o recibir llamadas en el extranjero. 

Por tanto, a partir de dicha fecha todas las compañías tendrán que ofrecer a sus usuarios la posibilidad de consumir sus tarifas en Europa igual que si lo hicieran en su país de origen. La nueva medida se aplicará en los 28 países miembros de la UE, además de Noruega, Liechtenstein e Islandia.

Diversos operadores llevan ofreciendo roaming gratis desde hace un tiempo, como Vodafone desde finales de 2015, antes de que se convierta en una obligación para todos. La idea es que el cliente pague lo mismo tanto en su casa como en cualquiera de esos países: si por ejemplo dispone de 2 GB de datos móviles, su consumo se descontará de esa tarifa al utilizarlos en el lugar de destino.

¿Cómo evitarán abusos los operadores?

Las compañías telefónicas estarán atentas para evitar que sus clientes realicen un roaming permanente durante estancias largas en los países miembros. También se tendrá especial cuidado con aquellos que busquen contratar una tarifa mucho más barata en otro país con el fin de utilizarla de forma continuada en su lugar de residencia. Una de las maneras será pedir a los usuarios que acrediten dicha residencia en el país donde se contrata la tarifa. 

Por otro lado, se vigilarán los periodos de funcionamiento de la tarjeta SIM. En el caso de que se haya hecho un uso exclusivo del roaming durante cuatro meses seguidos, el operador se pondrá en contacto con el cliente para pedirle explicaciones, las cuales deberá dar en un margen de dos semanas. En el caso de confirmarse un abuso de roaming constante, al usuario se le aplicarán los costes estipulados en los topes mayoristas establecidos por la UE.

Esos topes son las tarifas máximas que los operadores se cobrarán entre sí. Se tratan de precios mayoristas que se rebajarán este año y lo seguirán haciendo progresivamente en los próximos cinco años. De esta manera, la tarifa de datos se rebajará de 50 euros por GB a 7,70 euros (más IVA) hasta llegar a los 2,50 euros/GB fijados para 2022. 

Con las llamadas pasará igual, se reducirán de 0,05 euros por minuto a 0,032 euros y SMS tendrán un techo de 0,01 euros por mensaje.

¿Se verán afectadas las tarifas locales?

A las compañías españolas no les beneficia la reducción de precios mentada (España dijo ‘no’ en la votación parlamentaria del "roaming como en casa"). El turismo tiene una parte importante de la culpa: las llamadas, mensajes de texto y datos descargados que se consuman dentro del Estado por parte de los turistas les supondrán un coste adicional a los operadores locales respecto a sus competidores europeos

Esto supone una clara desventaja teniendo en cuenta la afluencia turística que tiene el país. Este inconveniente recaerá probablemente en los clientes de España, quienes podrían ver subidas en sus tarifas.