La nube es el presente. Se trata del procesamiento y almacenamiento de datos en servidores y fue creada para el usuario a fin de resultar práctica y fácil de usar. Uno de los ejemplos más claros de este servicio es el correo electrónico, donde los mails se almacenan en un servidor y no ocupan espacio en el almacenamiento interno de nuestro dispositivo, lo que también nos permite acceder a ellos desde cualquier plataforma.

Por otro lado, el espacio que ocupan las fotografías y los vídeos en cualquier dispositivo es también un peso que la nube nos quita de encima. Aplicaciones como Google Fotos han permitido a los usuarios organizar todo su contenido multimedia en los servidores de forma ilimitada, lo que representa una gran cantidad de almacenamiento libre en nuestro ordenador, tableta o smartphone.

Empresas punteras como Microsoft han visto reflejados los resultados de la integración de la nube a sus sistemas. La plataforma Azure de Microsoft, que permite a las compañías alojar sus sitios web, aplicaciones o datos, disparó los ingresos de la empresa un 93% en su tercer trimestre fiscal (de enero a marzo del 2017).

En esta línea, con la llegada de Satya Nadella en 2014 a la dirección ejecutiva de Microsoft se centró mucha atención en la nube. Los esfuerzos de la compañía dedicados a este tipo de tecnología, así como a las aplicaciones móviles, trataron de recuperar la pérdida de fuelle del negocio del software tradicional.

Las empresas innovan más en la nube

Actualmente, las empresas están adoptando la infraestructura de la nube para estimular el rendimiento y los niveles de innovación, tal y como se desprende del último estudio de Oracle. Cada vez son más los modelos de negocio que se apoyan en esta tecnología pese al escepticismo que ha habido durante años sobre su seguridad o complejidad. En este aspecto, el 66% de las empresas que utilizan la nube aseguran que les facilita su capacidad para innovar.

En este sentido, James Stanbridge, vicepresidente de gestión de productos de la nube de Oracle, ha asegurado que “estamos comprobando un alto nivel de éxito y satisfacción en las empresas que están ahorrándose dinero, minimizando complejidad e impulsando innovaciones excitantes gracias a la infraestructura de la nube”.

Además, las compañías insisten en los beneficios de esta tecnología no solo en el presente sino también con vistas al futuro. El 64% de las empresas encuestadas afirma haber recortado de manera significativa los costes de mantenimiento gracias a la nube y el 59% opina que aquellas que no invierten a día de hoy en este tipo de servicio sufrirán problemas para seguir la estela a aquellas compañías que sí lo hacen.

Para Stanbridge no existen dudas en este tema y cree que “los que resisten el cambio tienen que cuestionar las percepciones que les detienen porque cuanto más esperen, más avanzarán sus competidores”. Por esta razón, varias empresas apuestan por mover todo su arsenal de datos a los servidores. Según el informe, el 44% de las empresas indica que gestionará la mayoría o toda su infraestructura de la tecnología de la información (TI) con la nube.