El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, y los responsables de ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, han regresado diez días después a la Audiencia Nacional para declarar por la acusación de sedición.

Hoy Trapero ha llegado vestido de paisano, por recomendación de su abogado, y acompañado por los comisarios superiores Ferran López y Joan Carles Molinero, que lo han acompañado hasta la puerta y se han marchado después.

Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han llegado juntos esta vez, y entre aplausos del grupo de diputados que se ha concentrado para darles apoyo y gritos de "traidores" y "golpistas" de dos espontáneas que los esperaban en la entrada de la Audiencia Nacional por la calle Génova.

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La anterior comparecencia, la del 6 de octubre, quedó en nada porque el fiscal aportó un nuevo informe de la Guardia Civil y pidió posponer las declaraciones. En este informe, el instituto armado observa "inacción" por parte de Trapero para impedir las votaciones en los colegios y de ser el "brazo ejecutor" del plan independentista, mientras que a Cuixart y a Sánchez los sitúa en el "comité de estrategia" para conseguir la independencia de Catalunya, con capacidad "decisoria similar" en la del Govern de la Generalitat.

Trapero, Sànchez y Cuixart seguirán el patrón de hace diez días. El mayor de los Mossos, dará las explicaciones pertinentes a la actuación de la policía catalana, y Sànchez y Cuixart se acogerán a su derecho a no declarar. Y todo hace prever que hoy sí, el fiscal pida medidas cautelares. Y no se puede descartar la prisión, porque, según apuntó el mismo ministerio público el 6 de octubre, la prisión preventiva iría encaminada a evitar la reiteración del delito.

Primero, los testigos

A las 9:25 h han empezado a declarar los testigos. Son la secretaria del juzgado número 13 de Barcelona y dos guardias civiles que estaban el 20 de septiembre realizando el registro en la Conselleria de Economía de la Generalitat en el marco de una operación policial para impedir el 1-O.

Los dos agentes y la secretaria judicial, que tuvo que huir del edificio por la azotea y salir por un teatro anexo, comparecen como testigos ante la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que investiga por sedición estos hechos —penados entre 8 y 15 años de cárcel— por los cuales hoy vuelven a declarar los cuatro imputados en esta causa.

La expectación mediática ante estas declaraciones, que han coincidido con la respuesta del presidente catalán, Carles Puigdemont, al requerimiento del Gobierno, ha hecho redoblar la seguridad en torno a la sede de la Audiencia Nacional en la que se ha establecido un perímetro de seguridad para controlar los accesos.