Los investigadores han encontrado sangre en la pistola de Pedro Rodríguez, el policía que apareció muerto dentro del maletero de su coche en el pantano de Foix.

Prácticamente al final de sumario, en el último tomo, la jueza hace analizar la pistola para determinar de quién es la sangre que se ha encontrado. La diligencia se hace el 23 de junio y todavía no han llegado los resultados, por lo cual no consta en el sumario todavía.

La jueza de Vilanova que investiga el caso pide a la policía un estudio de balística sobre las armas de los dos acusados y la de la víctima.

Las tres pistolas reglamentarias Walther P99AS las requisan previamente por orden judicial una vez empezada la investigación.

En una de ellas la policía encuentra "restos de una sustancia indeterminada" y encargan un test al laboratorio biológico.

La prueba "corroboró que la sustancia localizada resultaba ser positiva a sangre humana".

La policía pide entonces a la jueza que autorice las pruebas para contrastar la sangre encontrada con los perfiles genéticos de Rosa Peral, Alberto López y Pedro Rodríguez.

La petición se hace el 28 de junio, una semana antes de que se levante el secreto de sumario, pero el resultado de las pruebas todavía no ha llegado, por lo que no figuran entre la documentación.

Confusión

Los investigadores se equivocan en el momento de hacer el informe sobre balística y atribuyen la pistola con restos de sangre a Alberto López.

Días después los agentes del laboratorio que tienen que hacer las pruebas se dan cuenta del error y que la numeración de la pistola corresponde al arma de Pedro Rodríguez, por lo que envían la rectificación a la jueza.

Es el último trámite de la investigación antes del levantamiento del sumario.