Querían obligarla a casarse con un hombre contra su voluntad y la policía ha conseguido evitarlo. Agentes de los Mossos d'Esquadra del Grupo de Atención a la Víctima del Garraf, en estrecha colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú y la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA), evitaron que una joven de 19 años, residente en el municipio, contrajera matrimonio contra su voluntad en Catalunya con un hombre de 33 años y con quien posteriormente se tenía que marchar a Francia.

El caso

Todo empezó en agosto de 2016 cuando la familia hizo un viaje a Nador (Marruecos), lugar de origen de la familia y donde veraneaban cada dos años y, una vez allí, sus padres obligaron a su hija a que se casara con un hombre 14 años más mayor que ella y con quien no tenía ningún tipo de relación anterior. Si no lo hacía, la amenazaban con quedarse en Marruecos y no poder volver nunca más a Vilanova i la Geltrú con su familia.

Ante la amenaza paternal, la joven accedió a casarse con el hombre, pero no llegó a convivir con su esposo, ya que la boda se tenía que repetir el sábado, 20 de mayo, en el Estado español, donde ella tiene la nacionalidad. Después de la boda civil, tenía que ir a vivir en Francia donde reside el hombre.

Para evitar la boda forzada, la madrugada del miércoles 10 de mayo, tanto ella como su hermana pequeña, de 16 años, se marcharon de casa de madrugada, con dos maletas y con la intención de no volver y evitar así la boda. Las dos adolescentes se dirigieron a las dependencias de la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA) en Barcelona.

La intervención decisiva del Grupo de Atención a la Víctima del Garraf, donde recogieron la denuncia de la joven, evitó este matrimonio forzado y el atestado se elevó al juzgado.

Los padres, posibles implicados

Tanto el padre como la madre han quedado investigados como presuntos autores de un delito de matrimonio forzado y un delito de violencia doméstica y han sido citados para comparecer ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Vilanova i la Geltrú. La primera medida dictada por el juez ha sido decretar una orden de alejamiento de 1.000 metros de los progenitores hacia la joven, de cualquiera de sus ámbitos de vida.

Actualmente la joven se encuentra en una casa de acogida junto con su hermana, de 16 años, que está bajo la custodia de la DGAIA.

Los Mossos d'Esquadra recuerdan que el matrimonio forzado queda recogido en el Código Penal y que la legislación actual prevé una pena de prisión de entre seis meses y tres años y medio o una multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de las coacciones, en todo aquel que con intimidación grave o violencia obligue a otra persona a contraer matrimonio. Además, también contempla la misma pena para todo aquel que recorra|recurra a la violencia, a la intimidación grave o al engaño para forzar a alguien a abandonar el territorio español o a no retornar.