Las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo son de una lluvia de meteoros provocada por el rastro de polvo y rocas que deja el cometa Swift-Tuttle a su paso. Cada año a mediados de agosto se produce este fenómeno y, aunque en condiciones óptimas se pueden ver hasta 100 meteoros por hora, hay que tener en cuenta las condiciones meteorológicas y el estado de la luna.

Este año, será entre los días 10 y 12 de agosto cuando sea más fácil poder disfrutar de la lluvia de estrellas, aunque también se puede probar suerte unos días antes o después. También habrá que estar atentos, sin embargo, al estado de la luna.

El hecho de que este año las lágrimas de San Lorenzo coincidan con la luna en cuarto menguante hará que sea más complicado ver las perseidas y precisamente por este motivo también cambia la mejor hora para mirar hacia el cielo. Si normalmente se recomienda observar las estrellas hacia las tres o cuatro de la madrugada, este año habrá que hacerlo antes de que salga la luna.

En cualquier caso, es imprescindible alejarse de los grandes núcleos urbanos para huir de la contaminación lumínica y poder observar con claridad las estrellas.