El tiempo suele pasa facturar y, sobre todo, si la salud es la protagonista. Hay varias teorías y versiones sobre cómo las listas de espera afectan -o no- a la salud de los pacientes. Hay quien tiene muy claro que sí influyen negativamente y hay quien, por el contrario, cree que no es así.

La incertidumbre en este terreno ha llevado, por ejemplo, a la Audiencia de Barcelona a investigar ahora el Hospital de la Vall d'Hebron -después de que la Fiscalía archivara el caso-, para saber a ciencia cierta si la manipulación de las listas de espera de los pacientes y los recortes de presupuesto en sanidad podrían haber sido la causa directa de la muerte de varios pacientes con problemas graves de corazón.

Detrás de la investigación judicial hay ocho casos documentados de muertes el verano de 2015, que podrían ser consecuencia directa de los recortes en el servicio de cirugía cardiaca, que pasó de 15 operaciones cada día, a 2 a 3 a la semana. La gerencia del hospital redujo tanto los medios materiales como el personal.

La salud, ¿en peligro?

Precisamente en 2015, el total de operaciones cardiacas realizadas en toda Catalunya cayó de 3.765 el año 2014 a 2.067 en 2015, es decir, se intervino un total de 1.698 pacientes menos. Sin embargo, sin embargo, la vicepresidenta del Colegio de Médicos de Barcelona, Elvira Bisbe, ha asegurado a El Nacional que ha sido "un pequeño porcentaje que se ha alargado las listas de espera" y está convencida de que "el ciudadano de pie lo ha notado poco".

Como ya se ha dicho antes, ha sido imposible conseguir todos los datos de las operaciones quirúrgicas, pero con las cifras que se han reunido se puede ver como en 2009 había menos personas en lista de espera que en 2016 en este tipo de intervenciones. Y no sólo eso. El tiempo de espera actual también es superior al de ahora hace seis años.

La diputada de la CUP Eulàlia Reguant se muestra prudente en esta cuestión porque considera que "el efecto directo [del incremento de las listas de espera] es complicado de saber", pero subraya que, sin embargo, "retrasar ciertas operaciones tiene impactos en la atención sanitaria".

Es muy difícil conocer a ciencia cierta algunos datos de la sanidad pública como las de cirugía oncológica porque, desde hace poco, se compatibilizan diferente. Precisamente por eso, teniendo en cuenta los criterios en este aspecto, se puede decir que los tiempos de espera para estas intervenciones se ha mantenido más o menos a lo largo de los años y ha tenido un máximo de 34,83 días de espera en 2011, mientras que el año pasado ya era de 31.

Además, la diferencia entre las personas a la espera entre 2015 y 2016 sólo es de 10 personas, motivo por el cual se puede considerar que las operaciones relacionadas con cánceres, a diferencia de las cardiacas, no se habrían visto muy afectadas por los recortes. Sin embargo, hay que tener presente que, según la diputada de Catalunya Sí que es Pot Àngels Martínez "los tiempos de espera nunca son neutrales", y no lo son por el funcionamiento de los "circuitos sanitarios invisibles".

Circuitos sanitarios

La diputada de CSQP pone, también, el foco en los llamados "circuitos sanitarios" o, dicho de otra manera, "hacer dar vueltas al paciente". El médico de cabecera lo envía al especialista, que lo envía al médico comarcal, que lo vuelve a emplazar al especialista, y así va manteniéndolo ocupado.

De esta manera, explica, estas prácticas que quedan "ocultas" porque no se contabilizan como listas de espera para una intervención, por ejemplo, "le dan a la persona la impresión que está dando cosas", pero, según su opinión, "eso es enmascarar y alargar las listas".

Unas listas que considera que "no son inocuas" y que, además, "si son enfermedades agresivas, puedes pasar de ahorrarte la quimioterapia a tener que hacer". El tiempo, pues, no perdona y, según Martínez, "te puede costar la vida".