Los Mossos de Esquadra han detenido a 16 ladrones, este fin de semana, que robaban en las zonas de ocio de la Barceloneta. La policía los acusa de 6 robos con violencia e intimidación y 10 por hurto flagrante. Todos suman más de 30 antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio.

En buena parte de los robos y hurtos, los ladrones localizaban a sus víctimas en las puertas de locales de ocio y hacían seguimientos a la espera de abordarlos. Una vez seleccionada la víctima se acercaban a ella y con mucha habilidad y con maniobras de distracción le sacaban la cartera, el reloj o cualquier otro objeto de valor. Si había que ser violentos para conseguir el botín, los ladrones no tenían ningún problema a serlo.

Entre los robos hay relojes de alta gama. Una de las víctimas denunció que le habían robado un reloj de 5.000 euros. Explicó a los agentes que un grupo de varias personas lo habían abordado para sustraerle el reloj.

La policía detuvo a tres hombres de 18, 21 y 23 años de nacionalidad marroquí como presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación.

Un día después, en otro incidente los Mossos detuvieron a un hombre de nacionalidad marroquí y de 34 años por un robo con violencia de otro reloj valorado en unos 6.000 euros. Los hechos ocurrieron sobre las 6.15 horas del domingo 30 de julio en la zona del paseo marítimo de la Barceloneta. Una patrulla de paisano observó cómo un hombre estaba forcejeando con otro en la salida de un local de ocio nocturno para robarle el reloj. Aunque el ladrón se marchó rápidamente del lugar de los hechos los policías lo consiguieron parar y detener.

El método 'Ronaldinho'

La madrugada del 29 de julio los Mossos detuvieron a dos hombres de nacionalidad marroquí de 18 y 19 años por un robo violento de un bolso con un teléfono móvil de un turista francés.

Curiosamente, un policía argentino fuera de servicio fue testigo de los hechos, consiguió seguir a los autores, interceptarlos y retenerlos hasta la llegada de la patrulla policial.

Este robo se produjo por el método conocido como Ronaldinho,que consiste en parar a las víctimas, ponerse detrás y jugar delante de ellas para crear confusión, para robar primero los objetos de valor que lleve la víctima y, después, si la víctima se da cuenta e intenta recuperar los objetos, no dudan en agredir a las personas para huir del lugar con los objetos robados, que es lo que ocurrió en este caso.