Jordi Pujol Ferrusola comparece ante el juez de la Audiencia Nacional de nuevo por el caso de la fortuna familiar. Es la tercera vez i la segunda que la Fiscalia planteará la prisión provisional.

La última vez la Fiscalía también pidió prisión, pero finalmente el juez José de la Mata decidió rechazar la medida y sólo retirarle el pasaporte. Hoy tendrá que volver a decidir si entra en la prisión o no durante la instrucción del caso.

De la Mata ha preguntado a Júnior sobre las 19 operaciones que recoge un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que apunta que ocultó 30 millones de euros desde el inicio de la investigación en el 2012. Según los investigadores, Jordi Pujol Ferrusola habría desplegado desde el 2012 "una estrategia de despatrimonialización intencionada" para ocultar activos de la familia e impedir, de esta manera, que la Audiencia Nacional decrete el embargo en caso de una condena por este caso.

Según la UDEF, de estos casi 30 millones de euros 9,4 millones responden a "negocios jurídicos ficticios" que el primogénito de los Pujol habría utilizado para ocultar el dinero en el extranjero. Otros 12,3 millones serían fruto de inversiones "no repatriadas" y "pérdidas internacionales ficticias". El resto, 8,1 millones de euros, a rendimientos que no han sido declarados a la hacienda española.

El informe detalla 19 operaciones. El hijo mayor del expresident habría utilizado una sociedad radicada en México, Ecrem, además de donaciones de 585.000 euros en 2014 a su hija Núria que se tradujeron en la compra de un bien inmueble en la empresa de su padre, préstamos falsos y transferencias a las sociedades mexicanas Forestales y Anzuelos Soluciones SA, así como la inversión de 5 millones de dólares en un casino en Argentina.

La última vez que Pujol Ferrusola compareció ante De la Mata fue en enero del 2016, cuando el hijo mayor del expresident insistió en que sólo repartía entre la familia los fines de la gestión de la herencia del abuelo Florenci. Entonces De la Mata ordenó la retirada de su pasaporte y lo obligó a comparecer semanalmente en el juzgado. En su auto el juez señalaba a Pujol Ferrusola como el titular de varias sociedades instrumentales que no producían ningún valor real y que sólo tenían como finalidad "canalizar capitales de supuesto origen criminal para hacer inversiones y gastos en España y en el extranjero".