La Generalitat de Catalunya está planteándose prohibir la adopción de niños y niñas provenientes de Rusia y Ucrania. La causa de esto, según la consellera de Treball, Afers Socials i Familia, Dolors Bassa, es que a algunos de estos menores, una vez se establecen en Catalunya, se les detecta el síndrome de alcoholismo fetal, que responde a la inserción de alcohol de la madre biológica durante el embarazo.

En declaraciones en la cadena SER, la consellera ha querido matizar que la decisión se tomará entre septiembre y octubre y que no afectará a las familias que ya están en trámite de adopción en estos países. De hecho, todavía se puede iniciar el trámite para acoger niños del Este de Europa, y en caso de que finalmente la Generalitat lo vetara, los padres apuntados podrían adoptar menores de otros países.

El Institut Català d'Acollida i Adopció (ICAA) de la Generalitat, junto con los hospitales Vall d'Hebron, Sant Joan de Déu y el Hospital del Mar, están actualmente elaborando una investigación para saber cuál es el número exacto de niños adoptados que hay en Catalunya afectados por el síndrome de alcoholismo fetal.

Cabe destacar que entre los más de 5.000 niños adoptados en países del Este de Europa, la gran mayoría provienen de Rusia, en primer término, y de Ucrania, justo después.