Medio millón de catalanes musulmanes celebran hoy la fiesta final del Ramadán, conocida como Eid al-Fitr, después de treinta días sin comer, beber, fumar o tener relaciones sexuales hasta que el sol no se marcha.

Un joven catalán musulmán explica a El Nacional que esta mañana se han levantado a las 7 horas para ir a rezar. "Todo el mundo va muy elegante, con la mejor ropa y muy perfumado", relata este chico, que añade que justo antes de juntarse para rezar, comen unos dátiles en familia para celebrar el inicio del fin del ayuno.

Una vez han acabado las plegarias, la familia se vuelve a reunir para comer juntos cuscús con leche y otras comidas especiales y, también, hacen pasteles para todo el mundo.

La fiesta se alarga durante tres días en los países musulmanes –conocida como fiesta del Shawwal–, donde reparten dulces, comida y bebidas sin alcohol para celebrar el fin del ayuno.