Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 21 de abril a un hombre de 40 años, de origen chileno y vecino de Cerdanyola del Vallès por presuntamente poner una cámara de vídeo en los lavabos de mujeres de una gasolinera de este municipio. El sospechoso es un trabajador de la misma estación de servicio. 

El aparato, de pequeñas dimensiones, estaba escondido entre las hojas de una planta decorativa situada delante de el sanitario con la intención de grabar a las usuarias que lo utilizaban. La cámara fue descubierta por una mujer que quería ir al servicio y que pidió la llave a uno de los trabajadores.

El hombre quiso entrar primero al baño con una excusa y la cliente esperó un buen rato hasta que la dejó pasar. Fue entonces cuando la mujer se dio cuenta de que en la planta había una cámara con el objetivo apuntando directamente la taza del inodoro.

La mujer, muy trastornada, cogió la cámara de vídeo y la llevó a la comisaría de policía con el fin de denunciarlo. Los agentes comprobaron que había registradas imágenes del autor de los hechos escondiendo la cámara y de la víctima. Ante eso, el hombre fue detenido por un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

El detenido, sin antecedentes policiales previos, queda a la espera de que la autoridad judicial lo cite para celebrar el correspondiente juicio.