La oposición a la presencia del rey Felipe VI en la manifestación del sábado en Barcelona no se limita a la CUP. Unas ochenta de entidades representantes de los tejido social catalán, reunidas el lunes pasado para abordar su participación en la manifestación, constataron una opinión "muy compartida" contraria a la presencia en la concentración de la Casa Real a raíz de sus vinculaciones con regímenes como el de Arabia Saudí, según fuentes de los asistentes.

Estas entidades, una representación de las cuales se reunieron el martes en el Ayuntamiento con la concejala Gala Pin para reclamar la cabecera no política para esta convocatoria, preparan un manifiesto donde, aparte de defender, entre otras cuestiones, el derecho de acogida, denuncian la hipocresía de estados y gobiernos, que, mientras sus ciudadanos sufren los efectos del terrorismo, mantienen relaciones con países que apoyan al islamismo radical o participan en el comercio de armas.

Entre las entidades figuran desde Ciemen, Volem Acollir o la Federación de ONGs, hasta las fuerzas sindicales, ANC y Òmnium.

Para estas entidades una de las prioridades de la manifestación, teniendo en cuenta el desembarque político que se prevé, es garantizar el protagonismo de la ciudadanía.

En cualquier caso, aunque Felipe VI finalmente decidiera participar en la concentración no harían ningún llamamiento al boicot. De hecho, algunas de ellas, las más experimentadas en manifestaciones multitudinarias, forman parte del dispositivo de seguridad que preparan los Mossos y Guardia Urbana y aportarán voluntarios que integrarán el cordón de seguridad.