En el Camp de Tarragona hay decenas de cerdos vietnamitas que en un principio eran domésticos y ahora campan en libertad. Algunos son híbridos porque se han empezado a cruzar con el jabalí y ya se acercan a núcleos urbanos.

Para controlarlo, la Federación de Caza elabora un mapa en colaboración con los Agentes Rurales para identificar dónde hay presencia de estos animales para después tomar medidas.

Según ha explicado el presidente de los cazadores en Tarragona, Joaquim Vidal, ahora toman nota de los entornos donde son vistos y, después, los agentes rurales podrán hacer inspecciones para ver si el animal está asilvestrado. "Ahora es el momento de actuar para que la situación no pase de la raya", ha señalado Vidal, que recuerda que en la zona ya hay una gran cantidad de jabalíes que se podría agravar con el aumento de los cerdos vietnamitas.

Hasta ahora, se han detectado cerdos vietnamitas e híbridos de jabalíes en la Selva del Camp, Alforja, Montblanc y en zonas próximas del Vendrell. En las últimas semanas, según explica el presidente de los cazadores en Tarragona, se han detectado también por Boscs de Tarragona o por la Vall del Llorito.

Vidal ha explicado que la proliferación de cerdos vietnamitas en el campo viene de hace cinco o seis años, después de que empezara a ser moda tener estos animales como una mascota doméstica. "Lo vemos desde que se emitió la serie de Porca Misèria en TV3", dice Vidal ejemplificando cómo se popularizó tener en casa este animal. La cría de cerdo vietnamita se puede comprar por un precio asequible por internet y el conflicto en casa llega cuando se va haciendo grande: "después, pesa 50 kilos, pasea por el comedor de casa, molesta y crea olores", detalla el secretario de la Federación de Caza, que argumenta que hay propietarios que abandonan el animal al campo.

"Puede ser que se escapen, que estén en una masía y no vuelvan a dormir por la noche, o quizás lo sueltan", aventura Vidal, que ve que una de las soluciones es identificar a los animales y mirar quién tiene en propiedad y en qué condiciones.

"El animal no puede estar paciendo en medio del campo: ¿qué garantía tienes que te volverá o que no lo montará un jabalí?", se pregunta. "Quien tenga, que tenga cuidado, los tenga en un recinto cerrado y se establezcan unas medidas", continúa.

Que esté en libertad y las cerdas puedan ser montadas por los jabalíes puede hacer crecer de manera considerable la población porque mientras que los jabalíes pueden tener unos cuatro o cinco cochinillos, el vietnamita puede hacer hasta diez o más. Así, el principal problema sería que crecería todavía más la población de un animal que los cazadores ya consideran difícil de controlar porque está en aumento constante.

Primero el mapa, después las capturas

La elaboración del mapa, que justo empieza, se alargará hasta entrado septiembre o octubre. Entonces, una vez delimitada la zona donde habitan los cerdos vietnamitas, será cuando se tenga que decidir cómo se actúa.

"Hará falta voluntad política", adelanta Vidal, que dice que habrá que ver si la competencia es de los ayuntamientos o de Agricultura. "En zonas urbanas no se puede cazar a tiros pero hay otros medios, sin que tenga que ser la muerte, para hacer capturas", detalla.